Veo las audiencias de los dos partidos entre el Barcelona-Madrid de la Euroliga: 711.000 telespectadores el del martes y 665.000 el del jueves. Es casi un récord para Teledeporte, la cadena donde se emitió, pero una birria teniendo en cuenta que ahora casi toda España ve la televisión por TDT, donde tan fácil es sintonizar Teledeporte como las cadenas generalistas. O sea, que no me venga nadie diciendo que no todo el mundo sabe encontrar Teledeporte, porque a quien le gusta el deporte encuentra eso y lo que haga falta. Un Barcelona-Madrid a cinco partidos apasionará a las gentes del baloncesto, pero no a los aficionados al deporte en general. Éstos esperan a que llegue el partido decisivo para incorporarse... si es que se acuerdan.

Es un error que se viene cometiendo desde que copiamos los playoff de la NBA. El baloncesto de clubes desaprovecha el enorme potencial de aficionados, que se pone de manifiesto cuando juega la Selección o cuando llega la Copa. Entonces todos ven el baloncesto: entendidos y aficionados. En este sentido, la FIBA es más lista. Quiere crecer, y para ello no le importa plantearse cosas que no parecen factibles, jugar en el Bernabéu a cielo abierto por ejemplo, como expuso Baumann en el Foro Ferrándiz-AS el jueves. Tampoco considera los playoff, porque eso sería devaluar el producto. ¿Se imaginan jugar 15 partidos en un año contra EE UU? Pues son las veces que se pueden enfrentar esta temporada Madrid y Barcelona.