El Trofeo me deja buenas vibraciones
La LV edición del Trofeo Carranza no pasará a la historia por el fútbol vivido, entendemos como positivo lo ofrecido por el Cádiz. El equipo de Gracia ofreció cosas buenas a tener en cuenta en un campeonato al que sólo restan días para su comienzo. Se trató bien el balón y en ningún momento se abusó del pelotazo. En bloque, el equipo funciona, aunque habrá que corregir defectos en defensa, y en el aspecto físico tampoco se defrauda. Insisto que me gustaron muchas cosas, aunque el Trofeo en nada se parece a la Liga y habrá que mejorar para lograr los objetivos. En cuanto a individualidades, es innegable que futbolistas como Raúl López, Cristian, Fleurquin, Enrique, Fragoso o el mismo Toedtli, por citar algunos, no tienen nada que demostrar. Otros, casos de Abraham, Velasco, Álvaro Silva o Arriaga buscarán convencer el porqué de sus fichajes.
A Diego Tristán, el más sonado de todos, sólo cabe pedirle que ofrezca lo que lleva dentro y marque goles. Ello significaría ganarse a la afición cadista y demostrarle a Peguero que no se equivocó en su apuesta. Nadie duda que Diego ha sido uno de los grandes futbolistas de la última década, aunque está por ver su rendimiento. En definitiva, que hay equipo y técnicos para lograr consolidarse en la división de plata. Luego, habrá que plantearse ascender a la Liga de los Ases y celebrar el Centenario con los grandes de nuestro fútbol. Y, además, con el Ramón de Carranza terminado, que no es poco.