Por favor, no a los mercenarios
Comienzan los entrenamientos de pretemporada y el Trofeo se ve cercano. Esto, en Cádiz, significa que se huele a fútbol. Y con ello, renovadas ilusiones en los fieles al azul y amarillo, los que siempre estarán con la entidad sin importarles lo que hagan determinados dirigentes, conscientes de que el transcurrir del tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Eso sí, todos ellos, los que pagan, quieren que no se repita lo de hace dos años. Aquello fue vergonzoso, de juzgado de guardia. No se quieren a más Gastones Casas, ni Contreras de turno, ni Abeles Buades que nada aportaron. En este Cádiz no tienen cabida mercenarios que vienen de vuelta y no conocen la vergüenza torera. Aunque a mí no me sorprende que algún rotativo venido a menos busque colocar al más grande discotequero que se conoce en el fútbol en el último lustro.
Más allá de todo esto, donde Muñoz y Peguero hilarán fino por la cuenta que les trae, la ciudad se transformará con su Cádiz como ya se aprecia en el número de abonados. Por primera vez, con los trofeos de campeón de grupo y de Segunda B, y dispuestos a dar guerra en una categoría donde debe consolidarse. Mientras, se confecciona el plantel y se busca colocar a quienes no tienen sitio, pero sí contrato. Por cierto, que el último de los jugadores presentados fue dado a conocer a todos por igual, de lo que se alegraron muchos colegas. ¿Se empezará a considerar el nuestro un club serio en el fútbol patrio?