Unos 'home runs' con olor a grill

Unos 'home runs' con olor a grill

Si alguien no va a poder disfrutar en directo de los Mets esta temporada, ése será Bernard Madoff, el timador entre timadores, cuyo paquete de entradas VIP deberán sacarse a subasta, según ha ordenado una corte neoyorquina. La puja, por si hay interesados, se abre en los 30.000 dólares. Aseguran que esa cifra no llega a la mitad de su precio real. Eso me tranquiliza.

Dicen que los dos nuevos templos de NYC, el Citi Field y el Yankee Stadium, son lugares para perderse. Parques de ocio incluso para quien nunca haya visto una bola de béisbol en su vida. Las malas lenguas cuentan que mientras Carlos Beltran acaparaba la atención de los fotógrafos en el Mets-Padres, decenas de aficionados hacían cola para degustar el último bocado del prestigioso restaurador Danny Meyer (la HAMBURGUESA, cómo no, es la reina). Mientras unos se huelen el bateo de la noche y preparan el guante para cazar la bola en plena grada, otros sólo tienen olfato para lo que se dora lentamente en el grill. Y el purista del béisbol se queja. Porque él se alimenta de hits y home runs. En cuerpo y alma.