El escorzo de Tyree, la mejor postal

El escorzo de Tyree, la mejor postal

Tengo una noticia buena y otra mala. La buena: quien hacia las tres y media de la madrugada, con el inamovible 7-3 en el marcador a favor de los Patriots, decidió buscar una nueva postura en el sofá y aguantar hasta el final de la Super Bowl, acertó de pleno. Fue testigo del mejor final que se recuerda, con un triunfo de los Giants que no tuvo en el touchdown de Burress su postal para el recuerdo sino en el espectacular tuya-mía protagonizado por Manning y Tyree segundos antes. El quarterback apuró el tercer down, se escondió en el bolsillo mientras los bisontes patriots corrían en estampida hacía él y, tras zafarse de varios agarrones, lanzó un pase de 32 yardas que el wide receiver cazó a tres metros de altura y posó en imposible escorzo sobre el césped del estadio de Glendale (Arizona).

La mala: tres personas murieron a balazos en un restaurante de Largo (Maryland) mientras veían por televisión la final de fútbol americano. Al parecer, un loco -al que la policía busca- abrió fuego tras una discusión por un lance del juego en el New England-New York. Un garbanzo negro en un país en el que se estima que se batió el récord de telespectadores de una Super Bowl, hasta la fecha en poder del Dallas-Pittsburgh de 1996 (94,1 millones).

Está visto que todo lo que rodea a la Super Bowl salta de un brinco a las portadas. En el Boston Globe no andan, sin embargo, demasiado contentos porque ya tenían los derechos para la publicación de un libro sobre la temporada invicta de los Patriots. Habrá que escribirlo con renglones torcidos, porque el impoluto 18-0 con el que aterrizaron en Arizona se ha convertido en el "eighteen-and-one" que canturreaban con sorna los neoyorquinos tras el partido. Por Broadway volará hoy el confeti en honor de sus héroes. En pleno Super Martes. Vota en blanco, vota Giants.