NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Soler Roig, el príncipe de Montjüic

Esta semana he conocido Alex Soler Roig uno de los doce españoles que ha disputado el Mundial de Formula 1, para ser más precisos, el cuarto tras Juan Jover, Paco Godia y Alfonso de Portago. Quizás su palmarés en la F-1 no nos diga mucho, diez grandes premios en los que por averías o accidentes nunca acabó una carrera, diez pruebas en las que no dispuso de material competitivo pese a estar en 1970 a las órdenes del británico Colin Chapman como tercer piloto de un equipo Lotus que lideraba su gran amigo, el alemán de Maguncia, Jochen Rindt (campeón del mundo ese año pese a matarse en los entrenamientos del GP de Italia); en 1971 como segundo de Ronnie Peterson con el decepcionante March 711 y en 1972 con el funesto BRM P160B.

De nuestra conversación me sorprendió un reproche: "La gente sólo habla de mí por la F-1, pero olvidan mi palmarés en otras categorías". Y recordó su segundo puesto junto a Rindt en los 1.000 Kilométros de Buenos Aires o las victorias en las 24 Horas de Spa Francorchamps, las 2 x 6 Horas de Paul Ricard o las 4 Horas del Jarama en las que superó a pilotos como Jabouille, Hill, Brambilla, Surtees, Mass o Stommelen. También se mostró satisfecho de sus siete poles y cinco triunfos en Montjuïc en diferentes categorías. "¿Entonces estarás este fin de semana en el homenaje?, pregunté. "No, no me han invitado", dijo. No se por qué será y no voy a entrar en eso de si es simpático o no, o si es por esto o lo otro, pero vaya desde aquí nuestro homenaje que bien se lo merece.