La Inquisición llega al ciclismo

La Inquisición llega al ciclismo

La Unión Ciclista Internacional (UCI) prohíbe a Valverde correr el Mundial. Un guiño de la UCI a Alemania por acoger y ratificar sus Mundiales, que a punto estuvo de suspenderlos tras los escándalos del Tour. Alemania es un país que se ha alineado en la línea dura de la lucha contra el dopaje, aunque no tenga una ley como la francesa o la nuestra. Tras pedir Alemania que Valverde no acudiera a los Mundiales, la UCI ha prohibido la asistencia al corredor "para proteger la tranquilidad y la reputación de los Campeonatos". Por ahí fuera, Valverde sigue estando en el punto de mira. Tienen sus razones. La bolsa de sangre con el apodo de Valv-Piti aparecía en la Operación Puerto, pero la Guardia Civil no le identificó por falta de pruebas.

Cuando el juez ordenó la investigación, las grabaciones no registraron una sola referencia a Valverde. La sangre de Valv-Piti pertenecería presuntamente a Valverde, pero quizá a una época pasada, la del Kelme. Tampoco sería de extrañar. Valverde ha pasado de quince victorias en el Kelme en 2003 a cinco este año. Valverde será sospechoso, pero no culpable. Para la UCI ahora lo es, pese a que la situación de Valverde es la misma que cuando corrió el Tour sin que la UCI pusiera reparos. La UCI, por tanto, ha llegado demasiado lejos. Como la Inquisición. Una cosa es resolver el problema con mano de hierro en guante de terciopelo, como hace Lissavetzky, y otra emprender una guerra santa suspendiendo derechos y atropellando competencias.