Un año más, reyes de la tierra

Un año más, reyes de la tierra

La temporada de tierra batida del circuito de la ATP ha llegado prácticamente a su fin. Después de veintidós torneos, sólo queda por disputarse el próximo mes el de Bucarest. El balance ha sido plenamente satisfactorio. Nuestros tenistas han conseguido nueve títulos, con un sprint tremendo. Desde Roland Garros no ha habido prácticamente semana en la que alguno de los nuestros no saliera victorioso: Robredo en Sopot, Moyá en Umag, Nadal en Stuttgart y Ferrer en Bastad. Un mes de julio con cuatro victorias, que se añaden a las anteriores de Nadal en París, Roma, Barcelona y Montecarlo, y la de Almagro en Valencia. Ningún país ha logrado ni de lejos tantas victorias sobre tierra, ni ningún tenista tantas como Nadal.

Y eso que hubo seis semanas en las que se celebraron simultáneamente dos torneos sobre tierra y nuestros mejores tenistas se vieron obligados a elegir: Houston o Valencia, Barcelona o Casablanca, Munich o Estoril, Gstaad o Bastad, Amersfoort o Stuttgart, Umag o Kitzbuhel. Pese a ello, en todos tuvimos representación. Montañés y Ramírez fueron dos tenistas particularmente activos (ni tan siquiera se perdieron la gira suramericana) y buscaron los torneos más asequibles en busca de la tan ansiada victoria. Montañés la rozó en Estoril y Ramírez se quedó a las puertas. Pero el nivel en tierra lo hemos puesto tan alto que la victoria en cualquier torneo está carísima. Tanto que hasta el propio Ferrero se ha quedado este año en blanco.