NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Que le den bola o que le dejen salir

Ha pasado ya mucho tiempo desde que Jonathan Soriano era una promesa, la joya de la cantera o el delantero que siempre soñó tener el club. Queda muy lejos aquella etapa en la que se decía que el atacante sería el futuro del club, y los centenares de goles que consiguió en las categorías inferiores han quedado en el olvido. El niño se hizo mayor, pero parece que en casa ya no lo quieren. Si el futbolista hubiera escuchado a su entrenador por radio mientras subía a Peralada junto a Jónatas Domingos y Dani Ballart, posiblemente le hubiera pedido al ahora empleado y hasta hace poco consejero que diera media vuelta y que lo dejara en la primera área de servicio, que seguro que alguien le recogería y le daría más cariño que el que muestran en Montjuïc.AJonathan no se le ha pasado el arroz. Está más vivo que nunca y con ganas de mostrar a todos ese olfato goleador que le llevó a copar páginas y alguna que otra portada. Es un excelente rematador y si en el Estadi Olímpic quieren que vaya a los entrenamientos para hacer de bulto, que lo liberen o que al menos no le compliquen una posible y eterna cesión. Y es que el chico debe estar un poco quemado. Puede llegar a entender que el entrenador no cuente con él, pero de eso a que luego hagan un culebrón ante una posible salida hay una distancia considerable. El canterano llegó con todo el fondo posible a la concentración. Sabe que por mucho que sude o por mucho que se esfuerce, casi tiene el no garantizado. Que le den bola o que le dejen salir.