Menos mal que Pedro Reverte es de los que piensa como yo, que aún no está todo perdido, ya que después de leer a su presidente en este mismo diario me había quedado algo tocado por el pesimismo que derrochaba, aunque también entiendo que es normal, que somos humanos y que la impotencia de ver cómo se esfuma un sueño sin poder hacer nada para evitarlo, quema mucho. Los jugadores piensan que mientras que matemáticamente sea posible, hay que luchar. Reverte no se lo fía a tan largo plazo y prefiere que los remedios se pongan a corto plazo: Sacar al menos cuatro puntos en los dos próximos partidos y yo... creo que aquello de que 'para ser pesimista siempre hay tiempo', se puede aplicar a todos los ámbitos.

Es cierto que la mejor filosofía para lograr buenos resultados es la que tiene Lucas Alcaraz, ya saben lo que dice... lo de ir partido a partido sin marcarse más metas. Pero eso lo puede decir un técnico desde una posición de privilegio, con renta, y por ello entiendo a Reverte y Cordero, que para generar ilusión y teniendo el objetivo tan lejos, tienen que hablar de dos o tres partidos seguidos, a más largo plazo.