Tras los actos de ayer, los héroes de Japón han puesto fin a una concentración de ¡58 días! que ya está bien. Gasol, Garbajosa, Navarro, Calderón, Sergio... todos serán unos fenómenos, jugadores de talento e inspiración, pero fueron los primeros en aplicar aquello que dijo Picasso: "Cuando vengan las musas, que me pillen trabajando". Pues es lo que han hecho. Pepu los encerró el 10 de julio y comenzó a preparar un equipo con respuestas a todas las situaciones, un equipo en el que si un jugador fallaba otro recuperaba, un equipo convertido en un bloque donde todos tenían su cometido, todos eran necesarios hasta el extremo de que Cabezas y Berni tuvieron sus minutos de gloria en la final con indudable protagonismo.

Marc Gasol también lo tuvo. ¡Vaya si lo tuvo! Y eso que no estaba entre los 14 jugadores que iniciaron la concentración en Madrid para viajar a San Fernando. ¡Pasaron tantas cosas desde entonces! Partidos en Córdoba, Castellón, Valencia, Alicante y Madrid, lesiones de Vázquez y Trías que abrieron la puerta a otro pívot antes de dejar la Selección en doce. Marc compitió con Sonseca por un puesto y en los amistosos le ganó la partida. Después, más partidos de preparación en Singapur. Por fin el Mundial, donde el rostro de Gasol dibujó emociones que no le habíamos visto en la NBA. La victoria, la fiesta, el regreso de 24 horas, el baño de multitudes, las recepciones... La entrega no ha podido ser más generosa. Gracias campeones.