La Vuelta del día después

La Vuelta del día después

Arrancó la Vuelta. Una Vuelta que ha de marcar el antes y el después. Con un ganador que pueda mirar con la cabeza bien alta pese al paso de los tiempos. Porque si se echa la mirada atrás, los podios de los últimos años dan pena: Heras, Santi Pérez, Mancebo, Nozal, Aitor González, Beloki, Sevilla, Casero, Ullrich, Igor González de Galdeano... Todos involucrados en casos o tramas de dopaje. Ninguno de éstos ganará la Vuelta. Están sancionados o apartados, si no retirados. Pues algo hemos ganado. La lucha antidopaje sí va valiendo para algo. Por lo menos ya saben quienes se disponen a competir por la victoria que van a estar sometidos a un marcaje especial. Que se lo pregunten a Santi Pérez, a Heras o a Landis.

Por eso sería bonito que en esta Vuelta el ganador marcara el punto de no retorno. Una Vuelta sin medias récord, con pájaras, sin recuperaciones milagrosas, con ciclistas de expedientes limpios, con un ganador impoluto. Parecerá una utopía, pero el ciclismo tiene que ganar esta guerra. Ya son muchos los malos de la película que van cayendo como para que los ciclistas no se tomen el asunto en serio. ¿Que es dura la Vuelta? Más lo era antes con bicicletas de quince kilos, tubulares al hombro y Pajares adoquinado. Y si los ciclistas saben de algún compañero que utilice malas artes para llegar más allá de donde sus fuerzas se lo permitan, lo han de denunciar. Porque eso, además de ser trampa, es una barbaridad que puede costar muy caro.