Brasil fue antes que el fútbol

Brasil fue antes que el fútbol

Si Brasil es el termómetro del fútbol, ayer el paciente no tenía fiebre ni temperatura, pero tiene a Kaká y a Ronaldinho, que es mucho. A Ronaldo aún se le espera. Las miradas dicen más que los goles. Al descanso fue Kaká al banquillo con la mirada del que ha hecho su trabajo. O sea, jugar al fútbol. Aunque sólo fuera un segundo porque un pestañeo puede encubrir el mejor fútbol. Pero eso, en este deporte, es mucho tiempo. Si hablamos de gestos, la mirada de Kaká y la sonrisa ausente de Ronaldinho resumen un debut del que se esperaba más.

Todos estábamos deseosos de ver ese jogo bonito que tanto ha hecho por el fútbol. Se podría decir que para que Brasil ganara sólo tuvo que levantar su mirada Kaká, la mirada de un chico bien brasileño, que no procede de las humildes favelas como muchos de sus compañeros y otros grandes y legendarios jugadores brasileños. Ronaldinho quiso jugar como en el Barça. Intentó el despiste clásico de mirar a un lado y pasarla al otro. Acaso en ese otro no había nadie, así que su sonrisa se hizo esperar; pero el fútbol que se lleva ahora no se entiende sin ese gesto del diez de Brasil que tanto nos ha encandilado. Es de lo que más se habla y, además, es lo que queda: es la marca del buen fútbol. No el de anoche, porque Brasil no se comportó como un equipo y es al único que le va la vida en ello. Por historia, por lo que representa y por todo lo que hicieron sus jugadores con la pelota en los pies en los mundiales está obligada a ganar y a jugar bien. Quizá porque el fútbol fue antes que la vida en Brasil. Pero Brasil volverá a la vida. Y Ronaldo también.