El proyecto del Barcelona de baloncesto ha fracasado. Fue un proyecto de presente, para ganar algún título esta misma temporada. Con Ivanovic al frente, la plantilla se renovó profundamente. Pero Ivanovic, un ganador nato, no fue al Barcelona para hacer planes de futuro; ni siquiera a medio plazo. Sus exigencias y las del propio club obligaban a no estar de animador en las competiciones. Se fichó entonces a jugadores muy experimentados: Basile (31 años), Williams (31), Marconato (30), Cota (30), Thornton (29). Si a éstos se les unía Fucka (34) salía un equipo demasiado veterano. Así se ha visto. Llegaba a los finales de partidos sin fuerzas y fue quedando eliminado sucesivamente de la Copa, de la Final Four y de los playoff.

Tirar la casa por la ventana en búsqueda de resultados inmediatos no suele dar resultado en el baloncesto de la ACB. Fichar bien es realmente un problema. Ahí tenemos otro caso escandaloso: el del Pamesa. El Pamesa se lió a fichar y sus cuatro estadounidenses, un griego, un serbio, un lituano y un búlgaro, además de un panameño nacionalizado, no le han dado ni para entrar en los playoff. La facilidad con la que se sustituyen jugadores en la ACB tampoco facilita las cosas. Contratos de meses o de semanas, jugadores de ida y vuelta, si uno no vale que venga otro. Demasiado mercadeo que no conduce a ninguna parte. Sólo al enriquecimiento de los agentes, al endeudamiento de los clubes y al desarraigo de la afición.