Apoteosis en Muguello

Apoteosis en Muguello

Las motos vivieron ayer una apoteosis. Las tres posiciones de los tres podios decididas en menos de un segundo, una de las victorias resuelta por una milésima, tres líderes diferentes en cada una de las tres carreras, decenas de adelantamientos... Coincide la celebración del Gran Premio en Mugello -qué pena que no se hagan carreras de Fórmula 1 en este circuito diseñado para el disfrute del espectáculo- con un momento de la temporada en la que una veintena de pilotos aún se ven con posibilidades de optar a los títulos. El resultado fue el visto ayer: la victoria era el único resultado válido. Aún no hay ningún líder claro, y de nada vale sacar la calculadora. La lucha es de principio a fin, y todos contra todos.

Con los pilotos dando lo mejor de sí mismos y sin pensar en riesgos, el resultado no podía ser más que el visto en Muguello. Independientemente de que haya españoles o no. Afortunadamente los hay y ¡protagonistas además! Sobre todo en 125cc y 250cc. Carrerones de Bautista y de Lorenzo. Uno, más cerebral; el otro, todo corazón. En MotoGP no fue el día para ver mucho a Pedrosa, pero sí para disfrutar con Rossi. Un titán que no se da por vencido. Sete intentó fastidiarle la fiesta, mas acabó como suele. Por cierto, inaceptable su sorna cuando en TVE dijo que no le había pasado nada y que había disfrutado muchísimo. Un micrófono que pagamos todos no está ni para hacerse el gracioso, ni para hacernos pasar por tontos.