Madrid: colorín, colorado...

Madrid: colorín, colorado...

El décimo Madrid-Barcelona en cinco meses y medio ha puesto fin a la temporada madridista. Un final que llena de incertidumbre el futuro. Maljkovic no acertó con la plantilla y mucho menos con los refuerzos. Lo de Fisher fue más que una broma pesada y la incorporación de Videnov, una frivolidad. Se le fichó como gran tirador y ayer erró sus seis lanzamientos. Es obvio que ninguno de los dos seguirá la próxima temporada. Ni Sonko, que se ha hecho mayor y finaliza contrato. Ni Scales, que nada ha solucionado. Ni García ni González, a quienes Malkjovic fichó para completar el cupo de españoles, igual que Sonseca y cuyas diferencias con el técnico han sido evidentes. Como Gelabale y Tomas, que han acabado enfadados.

Es una plantilla que Maljkovic ha formado a su entero gusto, con total libertad y sin la menor presión. Ningún directivo del club, al contrario de lo que pudiera suceder con el equipo de fútbol, le ha cuestionado los fichajes. Ni tan siquiera quienes se supone que algo saben de baloncesto, es decir, Martín y Herreros. La plantilla ha sido suya; la responsabilidad, tambi por supuesto, el fracaso. La herencia que deja Maljkovic es un equipo diezmado y fuera de la Euroliga. Para evitar más dispendios, el nuevo presidente quizá la mantenga los dos años de contrato que le restan. Mas convendría que supiera que el contrato es sólo como entrenador. Cuando a un técnico se le dan poderes plenos enloquece. Ya le pasó a Scariolo.