Belda cree que somos bobos

Belda cree que somos bobos

Ya hay que ser torpe para, con la que está cayendo, decir que en el Comunitat Valenciana (antes Kelme) no hay ningún problema porque sus corredores no dan positivo en los controles. Eso se decía antes y algún ingenuo se lo podía creer, pero desde que Manzano demostró la ineficacia de los controles (pasó 47 sin dar jamás positivo), asegurar que si no hay positivo no hay dopaje es de muy corto entendimiento y capacidad, es decir, de bobos. Por eso el Gobierno, siguiendo los modelos francés e italiano, puso en marcha otras líneas de investigación para acabar con una práctica generalizada, según demuestran los hechos. Tal es así que se hace difícil aplicar la presunción de inocencia al ciclismo, y mucho menos al Comunitat Valenciana.

Al segundo de a bordo le han pillado, por lo pronto, con el carrito del helado. Su jefe, Belda, ya dio positivo cuando era corredor y bajo su dirección Fuentes cometió grandes atrocidades en el Kelme según el testimonio de Manzano. El Kelme ya no existe, pero sigue siendo el mismo perro con distinto collar. La Generalitat, sabiendo la afición de Rajoy al ciclismo, evitó la desaparición del equipo, y cuando estalló el caso Manzano el entonces secretario de Estado para el Deporte, Gómez Angulo, cesó a su director Guillermo Jiménez por apoyar al ciclista, lo que ponía en apuros al equipo de la Generalitat. Dos años después vuelve a estallar el escándalo y Belda y sus protectores repiten: no hay positivo, no hay dopaje. ¿Nos creerán bobos?