Un monumento al Joventut

Un monumento al Joventut

Ayer comentaba el maratón que disputan Madrid, Barcelona y Tau. Pues el Joventut no se queda atrás. El domingo jugó contra el Gran Canaria, que andan los dos buscando clasificarse para los playoff, y ahora se nos ha ido a Ucrania. A jugar la Final Four de la Copa FIBA. Hoy, semifinal; final o tercer y cuarto puesto, el domingo. El lunes, de vuelta para España, que hay que jugar el partido aplazado de la ACB. Será el Jueves Santo en Sevilla. Contra el Caja, que es rival complicado pues anda apurado por el descenso. El domingo 16, de nuevo partido de Liga ante el Pamesa, rival directo por los playoff. Y eso por hacer un favor a Portela, cuando la Euroliga firmó la paz con la FIBA Europa. Un monumento se merece el Joventut.

Cuando se firmó la paz, la FIBA pidió a la Euroliga que sus equipos no dejaran tirada su Copa. La Copa FIBA es un marrón. Prestigio no da, pues viene a ser la tercera división continental (los 24 mejores equipos disputan la Euroliga; los 24 siguientes, la ULEB; los 32 que quedan, es decir, del 48º al 80º, la Copa FIBA) y a cambio sale por un riñón. Este es el segundo viaje del Joventut a Ucrania después de haber ido tres veces a Rusia y una a Chipre, Israel y Francia. Viajes carísimos como visitante y taquillas paupérrimas de local, por el nulo tirón de los rivales. El Gran Canaria, que también hizo el favor a Portela de apuntarse, fue más listo. Cayó eliminado en el grupo donde estaban los séptimos clasificados de las ligas belga y adriática.