¿Y si probamos sin playoff?

¿Y si probamos sin playoff?

No tengo muy claro si el aficionado al deporte sabe que el Akasvayu perdió de palizón el miércoles en Vitoria. Sí, en cambio, que sabe de la existencia de este equipo, porque este verano fichó a Raúl López, a Fran Vázquez, a Dueñas y a cuantos se ponían a tiro; también, que ganó al Madrid en la primera jornada de liga. Había cierto interés en saber hasta dónde podía llegar este equipo. Pero una vez que la competición entra en su vorágine de partidos -sábado, domingo, miércoles y jueves- la atención se diluye. No sin razón. La importancia de los resultados en la liga regular es relativa. Ahora mismo lo que está en juego es quedar entre los ocho primeros de la primera vuelta para jugar la Copa. Es decir, quién es octavo y quién noveno.

Las propias gentes del baloncesto comienzan a cuestionar el sistema. El último, López Iturriaga. Gentes profesionales y amantes de su deporte que ven cómo la liga ACB no sale de su burbuja. Tras haber tocado fondo, no se ha tomado una sola medida para que al aficionado al deporte le interese la liga ACB. Último ejemplo: la audiencia del Unicaja-Pamesa disputado el jueves no entró entre las 600 transmisiones más vistas del año. La ACB tiene en su poder un estudio en contra de la liga regular y lo negativo que resulta un calendario entre semana. Pero, pertinaz en su error, es incapaz de probar una sola temporada a ver qué pasa saliendo de su clandestinidad y sin playoff. A peor, desde luego, no puede ir.