No tenemos menos que ayer

No tenemos menos que ayer

Viví la votación del COI con los alumnos de los cursillos de verano de El Escorial. Fue una gran experiencia. El tema del día era "Medios de comunicación y deporte, ¿matrimonio de conveniencia?". Quedó relegado forzosamente por la actualidad de la jornada. La inquietud y las emociones de los alumnos de la Complutense estaban en las imágenes que nos llegaban desde Singapur. ¿Cómo debatir un tema que no fuera el de la elección, cuando todos teníamos la sensibilidad a flor de piel tras los discursos de nuestra candidatura? Una estudiante explicó la razón por la cual sintió tanta decepción tras el resultado: "Nos habían convencido de que íbamos a ganar. Cuando sucede esto, el golpe es mucho más duro".

Perdimos, sí. Entraba en el guión. Lo que no estaba era la derrota de París. ¿Perdió por esa hipotética alianza Londres-Madrid cuando una fuera eliminada? Entonces nos enrabietamos aún más. De haber estado nosotros en la final, hubiéramos ganado con los votos ingleses. Pero los dos que nos eliminaron fueron con respecto a París. De haberlos neutralizado, la final hubiese sido Londres-Madrid. Eso sí que no estaba en el guión. París ha sido la gran derrotada. Se ha sobrevalorado su influencia. Ni tenía votos para ganar, ni el apoyo de Rogge. París sí tiene motivos de lamento. Nosotros, no. ¿Qué hemos perdido? Nada por intentar ganar los Juegos. Y como hoy no tenemos menos de lo que teníamos ayer, el golpe ya está olvidado.