La economía y el fútbol van de la mano más que nunca, hasta el punto de que algunos de los principales diarios europeos de información general dedicaban ayer sus primeras páginas a diversas y grandes polémicas surgidas de la relación entre el deporte y el dinero. Mientras que Il Corriere della Sera se hacía eco su portada del escándalo (sic) que supone que un canal privado y de pago, Sky, se haya hecho con los derechos para Italia del Mundial 2006 en detrimento de la RAI, los tabloides británicos se ocupan de la bronca que se ha montado en Machester tras la OPA de Malcolm Glazer al United. El mega millonario estadounidense se ha hecho con el 98% del Man'U y eso no ha gustado nada a los incondicionales del club que, sin embargo, no se echaron a la calle hace diez años, cuando el club salió a la Bolsa de Londres, la verdadera tragedia. Lo de Glazer son los lodos que trajeron estos vientos.

Del rico norteamericano no hay antecedentes en Europa. En América compró los Bucaneros y los llevó a la conquista de la Super Bowl. Al Manchester United puede llevarle a la conquista de la Champions o a la liquidación por derribo. De momento se ha ventilado al staff ejecutivo del club y ha puesto a los mandos a sus propios hijos, que de fútbol saben incluso menos que él. Pero eso da igual. No importa comprar un Mundial, importa tener derechos de televisión, los que sean. No importa ganar o perder títulos. Lo que cuenta es ganar o perder dinero.