Lo que le faltaba a la ACB! Dos de los tres miembros del comité designador de árbitros dimiten y uno de ellos, García Zumeta, da las razones por escrito. Denuncia que recibía imposiciones, modificaciones, vetos y órdenes cuarteleras, "dejando vacía de contenido a una comisión de designaciones nombrada por la Asamblea de Clubes". Por si esto fuera poco, la mayor denuncia es dimitir en plena disputa del título. Después de que los árbitros del segundo partido de la final señalaran 71 faltas, pero ninguna antideportiva a pesar de las batallas que libraron Reyes y Scola. Antes de que se iniciara el tercer encuentro y de que los árbitros designados -vaya usted a saber por quién- quedaran a los pies de los caballos.
La denuncia es gravísima, porque conjetura que la liga ACB está adulterada. ¿Quién imponía, modificaba, vetaba y daba órdenes cuarteleras? ¿Con qué fines? ¿En cuántos de los 334 partidos disputados la ACB ha cambiado los árbitros? García Zumeta dice que se va para seguir "mirando de frente y a los ojos". Pero la denuncia es tan severa que no sólo tiene que lanzar la piedra. Si la ACB está podrida, nuestro baloncesto también. Ahora el Consejo Superior de Deportes tiene pruebas para actuar. Ya no es sólo el testimonio de una charla de café con el presidente del Girona, quien no se atrevía a ir contra Portela "porque le echaba los árbitros encima", es la denuncia por escrito de quien ha recibido "órdenes cuarteleras".
Reyes es un jugador que, por su posición, recibe numerosas faltas. En la liga regular, una cada cinco minutos y medio. Pero cada vez que juega contra el Tau la media baja. Quizá porque Ivanovic sabe que Reyes es un discreto lanzador de tiros libres. De esta manera, su más que probable canasta de dos puntos bajo el aro se convierte en un más que posible punto de lanzamiento libre. En cualquier caso, Reyes no es el jugador que más faltas se lleva en los Madrid-Tau de este año. Las 27 faltas que le han hecho son las mismas que ha recibido Bullock y dos menos que Macijauskas. Y éstas sí que hacen daño. El equipo infractor se carga de faltas y a cambio recibe dos puntos. Bullock y Macijauskas raramente fallan.
