Armstrong está en forma

Armstrong está en forma

La Dauphiné-Liberé es una carrera que, por su proximidad al Tour y por la dureza de su etapa reina, es una prueba de fuego para aquellos que aspiran a ganar la ronda francesa. Armstrong la tiene entre sus preferidas. En ella prueba sus fuerzas y comprueba si su preparación está en el buen camino. Ayer, en la etapa del Mont Ventoux, fue cuarto. Esto quiere decir que su estado de forma es bueno. A Armstrong nunca le ha hecho falta mostrar una gran superioridad en la Dauphiné-Liberé para luego ganar el Tour. Es más, las tres veces anteriores que el Mont Ventoux fue final de etapa en la Dauphiné-Liberé, Armstrong fue dos veces quinto y una undécimo. Este año, con su cuarto puesto, ha mejorado su clasificación personal.

A Indurain también le gustaba probarse en la Dauphiné-Liberé, prueba que ganó dos veces, antes del Tour. Armstrong la ha ganado igualmente dos veces. El año pasado quedó cuarto tras la exhibición de Iban Mayo en la cronoescalada al Mont Ventoux, superado también por Hamilton, Sevilla y Mercado. Luego llegó el Tour y Armstrong se merendó a todos, tras el inexplicable hundimiento de Mayo y la retirada de Hamilton, que acabó el año de mala manera, suspendido por sus transfusiones de sangre. Es decir, que no se detectan indicios de merma en el rendimiento de Armstrong en vísperas de que ataque el Tour con la disposición de ganarlo por séptima vez. Y lo que es peor: no se vislumbra a nadie capaz de hacerle frente.