Cuatro medallas para abrir boca. Ni muchas ni pocas, sino las justas. Quiere decir esto que nuestros atletas no fallaron. Ayer faltó algún oro, pero esto tampoco es demérito. Súper atletas no tenemos y, por tanto, ninguno goza del margen suficiente como para ganar bajo cualquier circunstancia. Las circunstancias no es que se presenten adversas en estos Europeos, todo lo contrario, ya que se disputan en Madrid y nuestros atletas se han preparado especialmente para la ocasión, pero los rivales también corren, saltan y lanzan. Que se lo pregunten a Canal, a Martínez y a Reyes. A Ruth Beitia, no. Será a sus rivales a quienes habrá que preguntar por ella, después de que presentara sus credenciales en la alta competición.

Canal, Martínez y Reyes no ganaron, pero estuvieron en ello. Reyes, no tanto, porque el ataque de Cragg resultó demoledor; a cambio, se dejó hasta el último aliento por subir al podio. Canal iba para campeón, pero se despistó y lo pagó, porque los 400 metros admiten pocos errores. El tercer puesto de Martínez, ya se sabe. Existe tanta igualdad en su prueba que media docena de lanzadores se reparten los puestos en las competiciones. Ayer le tocó ser tercero, como en la próxima primero o sexto. Lo importante es que, como sus compañeros, mantiene el nivel. Así que de jornada decepcionante, nada. Diría que todo lo contrario, porque a poco que esta tarde salgan las cosas bien, el botín de medallas va a ser importante.