El baloncesto necesita cambios

El baloncesto necesita cambios

Ayer concluyó la segunda jornada de la Euroliga con los partidos jugados por el Estudiantes y el Barcelona, iniciada el miércoles con los encuentros del Madrid, el Tau y el Unicaja. El martes también hubo baloncesto continental, pero éste de la ULEB, y jugaron el Pamesa, el Joventut y el Gran Canaria. Todos estos equipos vuelven a jugar este fin de semana, ya en la liga ACB. Todo está muy programado para obtener de unos equipos profesionales la máxima rentabilidad, aunque Ruiz-Jarabo, hablando de baloncesto, reconozca que el deporte de alta competición no es rentable. Quizá no sea rentable porque despista al aficionado, no al entendido, y el baloncesto, en su burbuja, ha dado la espalda a aficionados.

El baloncesto necesita a esos millones de aficionados que siguen a la Selección pero no a lo clubes. Y a estos aficionados no hay que hacerles un lío con tanta competición, con tantos días de partido, con tantas liguillas de trámite. José Luis Sáez, futuro presidente de la Federación, tiene ideas revolucionarias: la liga, de octubre a abril, y el campeón, directamente a la Euroliga, junto a los otros equipos que se clasifiquen para ella en los playoff; a continuación, la Euroliga, de mayo a junio, entre los mejores equipos de todos los países de esa misma temporada, lo cual tiene, además, su lógica. Y esto lo piensa un entendido al que le preocupa un problema al que parece ajeno la ACB, cuyos dirigentes, por cierto, mandan en Europa.