Verde y con asa, garrafa

Verde y con asa, garrafa

Santi Pérez es asturiano, y en su tierra tienen un dicho que, aplicado a su caso, es muy indicado: verde y con asa, garrafa. Es decir, que si un ciclista empieza de repente a andar como una moto, si comienza a ganar a los escaladores sin él serlo y si encima ese año acaba contrato y quiere renovarlo al alza, es que va con gasolina súper. Hilando más fino, había otra evidencia que aumentaba la sospecha: Hamilton, su compañero de equipo, había dado positivo por transfusión de sangre. Éste es un método, según reveló Manzano en su día, que se aplica en mitad de una gran vuelta para aumentar el rendimiento. Si Hamilton lo hacía y si Santi Pérez se convirtió en Superman mediada la Vuelta, lo dicho, verde y con asa, garrafa.

Para colmo, Santi Pérez es seleccionado para el Mundial y al día siguiente de acabar la Vuelta renuncia a él. Por una gastroenteritis. Una gastroenteritis, que se sepa, no dura una semana. Pese a ello se le dio de baja inmediatamente en el equipo. Algo se debía estar cociendo ya. Desde luego ya estaba bajo sospecha. Por eso la UCI le sometió a más controles. Hasta que salió lo que salió. El positivo por transfusión de sangre, un método tan antiguo desde que la ciencia es ciencia. El ciclista se saca sangre cuando está a tope y se la guarda. En una gran vuelta el número de glóbulos rojos le va disminuyendo con el esfuerzo, pero entonces se la mete y es como si pusiera el cuentakilómetros a cero. Eso es trampa y le han pillado.