La Fórmula 1 se ha convertido en el segundo deporte preferido de los españoles. Ha conseguido lo que el fútbol: que todas sus transmisiones tengan una audiencia millonaria. Eso sólo lo han logrado también otros dos deportes, mejor dicho, dos competiciones: MotoGP en motociclismo y la Vuelta en el ciclismo. Con la diferencia de que mientras las carreras de Fórmula 1 despiden la temporada con una audiencia media de 2,9 millones de telespectadores, las de MotoGP se disponen a finalizarla con 2,1 millones y la Vuelta terminó con 1,9. Y eso que la Fórmula 1 no ha tenido fácil que todas sus carreras la vieran al menos un millón de personas en España al celebrarse algunas de madrugada o emitirse en diferido.

Se cogen las 50 transmisiones más vistas del año y aparecen 46 partidos de fútbol y cuatro carreras de Fórmula 1; se cogen las transmisiones con más de tres millones de telespectadores y aparecen 73 partidos de fútbol, nueve carreras de Fórmula 1, dos de motos, el España-Estados Unidos de baloncesto en los Juegos y la final olímpica de los 1.500 metros. La Fórmula 1 siempre cobra ventaja en cualquier balance. Hasta doce de sus entrenamientos aparecen en la lista de las 460 transmisiones que este año han tenido un mínimo de un millón de telespectadores. El único responsable de ello se llama Fernando Alonso. Y sin ganar este año ninguna carrera. ¿Qué será cuando entre de verdad en disputa por el título mundial?