Polémica con las modelos

Polémica con las modelos

La contratación de modelos profesionales para hacer de recogepelotas en el Masters Series de Madrid ha traído polémica. No podía ser menos. La secretaría general de Políticas de Igualdad ha solicitado su retirada, pero su petición llega tarde. La realiza una vez que ha comenzado el torneo, como si no se hubiera enterado de ello antes -la noticia fue difundida ampliamente en los medios de comunicación-, y retirar ahora a las modelos ya no tendría sentido. Su contratación resultó una frivolidad, como así fue escrito en estas mismas líneas el pasado viernes, pero el asunto tampoco es de una gravedad extrema como para suspender de sus funciones a las modelos en la mitad del torneo.

Está claro que la decisión de emplear modelos como recogelepotas fue una metedura de pata. No sólo por el uso sexista de la mujer. Tienen las manos de cristal y las bolas se les escapan, presentan dificultades, debido a su estatura, para cogerlas si van rodando y cuando cruzan la cancha en busca de la bola que ha quedado en la red carecen de naturalidad para correr. Su agencia las defiende y dice que, siguiendo esta línea crítica, también habría que prescindir de las animadoras en el baloncesto. Hay una diferencia. Las animadoras siempre han sido animadoras y los recogepelotas siempre han sido alumnos de las escuelas de tenis. Hasta que las modelos les han quitado el sitio sin más fines que los publicitarios y sexistas.