Con las bajas ya contábamos

Con las bajas ya contábamos

Cuando se compraron por cinco años los derechos para celebrar un torneo Masters Series en Madrid ya se conocían los riesgos. El torneo tendría que celebrarse en octubre, cuando se habían repartido el 84% de los puntos de la temporada que ordenan la clasificación del año y dan acceso a jugar el Masters. Los jugadores ya clasificados para este torneo no tendrían ninguna necesidad de jugar en Madrid por mucho que el reglamento les obligue. Bastaría alegar una indisposición, una sobrecarga, una mínima lesión, para excusar su ausencia. De esta manera, Federer, Roddick, Hewitt, Moyá y Coria, curiosamente los cinco primeros de la clasificación mundial, han sido bajas del Masters Series de Madrid. Están todos malitos.

No obstante, la presencia de Ferrero eleva el tono y el interés del torneo. Una final Ferrero-Henman o Agassi-Henman no desmerecería, en absoluto, de otras finales de Masters Series habidas este año, como fue la de Montecarlo entre Coria y Schuettler. Realmente la única ausencia de peso es la de Federer, indiscutible número 1 del año tras ganar tres Grand Slam y otros tantos Masters Series. Del resto de jugadores su atractivo emana más de su carisma que de la superioridad de su juego, casos de Agassi, que sí está, o de Roddick o Hewitt, quienes en su papel de niños malos hubieran sido los enemigos a batir. Pero los cambiamos por Nadal y López, dos tenistas con personalidad, nuestros además, y salimos ganando.