El Comité Olímpico Internacional (COI) ha dado el balance sobre las audiencias de los Juegos de Atenas (ver página 46). Se han batido todos los récords a nivel general, como no podía ser menos. En el mundo cada olimpiada hay más habitantes, más países, más cadenas de televisión y, como el calendario olímpico es cada vez más extenso, se producen también más horas de transmisión. Sin embargo en España vimos los Juegos una media de 15 horas. No parecen muchas teniendo en cuenta que fueron 17 días de competiciones. Pero como es una media realizada sobre el total de la población sólo salen esas 15 horas, porque las competiciones no las siguieron regularmente ni mucho menos la totalidad de los españoles.

Así los demuestran los shares, que es la cuota de pantalla de cada programa. Lo más visto aquí de los Juegos fue el España-EE UU de baloncesto: 3,7 millones y 38% de share. Y luego, los 1.500 (3,4 y 28%), y la ceremonia de inauguración (2,8 y 34%), y la final de los 100 metros (2,6 y 24%), y la gimnasia rítmica (2,5 y 27%)... Audiencias buenas, pero que en España no suponen ningún récord. Las diez transmisiones olímpicas más vistas ofrecieron una media de 2,7 millones y 27% de share, ligeramente superiores a las de las motos y el ciclismo, pero muy por debajo de las del fútbol (7,5 y 50%) y la Fórmula 1 (3,7 y 39%). O sea, que el récord del que presume el COI es según desde donde se mire, que cada país tiene sus propios gustos.