Que no nos tomen por tontos

Que no nos tomen por tontos

La lucha contra el doping siempre es difícil. Cuando no es que los tramposos niegan la evidencia, es que el contraanálisis se rechaza por defectos en la muestra, y si aún así la sanción va adelante hay quien no se corta en llevar el asunto a las más altas instancias en busca de indemnización. Es lo que hicieron Meca y el nadador esloveno Majcen, sancionados en 1999 por dar positivo con nandrolona. Claro, que tenían buenos maestros. Los atletas Butch Reynolds y Katrin Krabbe se hicieron millonarios tras recibir suculentas indemnizaciones por el dinero que habían perdido al no competir mientras estuvieron sancionados. Meca y Majcen perseguían lo mismo, pero el tribunal de la Unión Europea no les ha dado la razón.

Dicho tribunal les ha dicho que, incluso admitiendo que el deporte de alto nivel sea fuente de ingresos, la prohibición de utilizar sustancias dopantes no persigue restar beneficios económicos a nadie, sino preservar las leyes del juego y la salud de quienes lo practican. La sanción que han sufrido no vulnera, por tanto, ningún derecho. Es bueno que se vayan sabiendo estas cosas, como igualmente bueno es que Dick Pound, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje, diga que Hamilton no se merece la medalla de oro que ganó en los Juegos, y que seguirá conservando porque no se pudo efectuar el contraanálisis tras dar positivo. Legalismos y presunciones de inocencia, sí, pero que tampoco nos tomen por tontos.