Los primeros grandes Juegos

Los primeros grandes Juegos

Un estadio, el Shepherds Bush con capacidad para 70.000 espectadores, construido para la ocasión, una ceremonia de inauguración presidida por el rey Eduardo VII, un desfile de participantes portando la bandera de cada país... Sí, los Juegos de Londres en 1908 crearon el actual modelo de organización. Los ingleses lo hicieron muy bien, y en un tiempo récord, dos años, después de que Italia renunciara a celebrarlos en Roma, necesitado como estaba el gobierno en destinar todo el dinero a reconstruir la zona que había quedado devastada por una erupción del Vesubio. Así que Londres se puso manos a la obra y, con el apoyo de la familia real, organizó unos Juegos por sí solos, sin necesidad de figurar en ningún otro marco.

Aquellos Juegos fijaron la distancia de la maratón, los 195 metros añadidos a los 42 kilómetros, resultado de que la salida se dio debajo de los balcones del palacio de Windsor. De esa carrera quedan las imágenes de Pietri (Italia), corriendo desfallecido en dirección contraria al llegar al estadio. Como fue ayudado por varias personas, entre ellas el periodista Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, Pietri fue descalificado. Héroe de los Juegos fue Ewry (EE UU). En los dos anteriores había ganado la longitud, el triple y la altura sin impulso. A estas seis medallas anteriores sumó dos más. Fue el primer gran multimedallista de la historia. Y el tirador Swanh (Suecia), de 60 años, el primer gran veterano en ser campeón.