Nueve países, contra la UCI

Nueve países, contra la UCI

Faltan 35 días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Atenas y el ciclismo continúa sin firmar la carta de adhesión a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). De no hacerlo, el ciclismo será excluido del programa olímpico. Esto es impensable, pues de lo contrario ya habrían sonado las alarmas. La UCI, que es el organismo regidor del ciclismo mundial, tiene la firme intención de firmar el código a finales de mes. Pero se ha encontrado con un problema que tendrá que resolver con diligencia en la reunión que tiene convocada para el próximo día 22. Las federaciones de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Italia, República Checa y Suiza no aceptan la propuesta de la UCI.

La UCI propone para firmar la creación de dos licencias: la nacional y la internacional. Sólo los ciclistas poseedores de esta última licencia quedarían sometidos al reglamento de la AMA, al tiempo que serían los únicos que participarían en las pruebas del calendario internacional. Las federaciones no entienden la razón de las dos licencias, pues no es exigencia de la AMA. Temen que la UCI quiera aprovechar para ahondar en la brecha que se abre entre los equipos más poderosos y los más modestos. Sólo los primeros podrán participar en el circuito ProTour, repartirse sus beneficios, estar reconocidos por la AMA; el resto, como si no existiera. Y piensan que con la excusa del código se les empujaría un poco más hacia el abismo.