Hoy se celebra una bonita competición: el Campeonato de España en línea, tradicionalmente llamado de fondo en carretera. Es la cita anual de los ciclistas españoles, allá donde estén. Sólo hay un pero: no vienen todos. En algunos equipos extranjeros sólo hay tres españoles, número insuficiente para echarse una mano los unos a los otros, sobre todo frente a escuadras que se presentan al completo, como es el caso de los ocho equipos españoles. Entonces renuncian a competir, porque sus posibilidades son mínimas, por mucho que uno se llame Astarloa (Lampre), Rubiera (US Postal) o Beloki (con licencia para competir pero sin equipo).

Una pena estas ausencias por la carencia de compañeros, aunque la de los españoles del US Postal pudiera ser más bien debida a las exigencias de Armstrong de reservarlos para el Tour, donde les necesitará con las fuerzas intactas. Sevilla (Phonak), en cambio, llega acompañado de cinco corredores, gracias a la españolización del conjunto suizo. Por ello es el único corredor inscrito en un equipo extranjero que competirá frente a sus compatriotas con opciones de triunfo. Aquí se encontrará duros rivales. Perdiguero, quien ha asombrado en la Volta, es uno. Valverde, rutilante a comienzos de temporada, debiera ser otro. Quien no estará es Mayo.

Mayo pasa del Campeonato de España, porque prepara el Tour. El Campeonato, además, está muy bien, resulta muy atractivo para el espectador, pero al tratarse de una carrera de un día queda abierto a las sorpresas. Y pegarse un palizón de 200 kilómetros, con un recorrido de continuos repechos y una ascensión final a la que hay que subir tres veces para lo mismo no coger la escapada buena, pues algunos piensan que no merece la pena, razón por la cual muchos salen a rodar o a echar simplemente una mano al compañero. Mas esto no va en detrimento del espectáculo. Al final siempre es la lucha del hombre contra el hombre, y sobre un terreno adverso.