Un equipo formado por muchos jóvenes prometedores y demasiados abueletes, puesto en manos de un entrenador de perfil bajo.
Mark Davis, hijo del inimitable Al Davis, tiene a la franquicia en un sinvivir por el posible traslado a Los Angeles y el abandono de Oakland.
El grupo ha de ser el principal sostén del equipo, algo para lo que parecen capacitados con algunos jóvenes que pintan de fábula.
Los Panthers se han dado cuenta de que ni su defensa, ni los títulos divisionales, le salvan la cara a un equipo cuyo ataque necesita reinventarse urgentemente.
Los Panthers son una de las franquicias más jóvenes de la competición, pero está completamente asentada en Charlotte y en su afición.
La apuesta por el juego de carrera puede hacer de Jonathan Stewart y Greg Olsen dos muy buenas opciones para los más atrevidos.
La defensa es la gran fortaleza de Carolina, sobre todo en su construcción contra la carrera. Luke Kuechly es uno de los mejores LBs de la NFL.
La intención del cuerpo técnico es que la carrera sea quien dirija las operaciones, algo que ayudaría al progreso de Cam Newton.
Hay franquicias, como esta, en las que hay cosas que son aún más importantes que ganar partidos: volver a estar vivos es el objetivo.
Nadie en esta plantilla, salvo Delanie Walker, tiene rango suficiente como para ser una de las elecciones altas en los drafts de las Fantasy.
Ray Horton es uno de los mejores coordinadores defensivos de la liga, pero tiene delante de sí la titánica tarea de hacer a esta unidad respetable.
La afición de Nashville no ha tenido motivos para animar a su equipo desde hace demasiado tiempo y eso es algo que se nota en el calor del estadio.
Ken Whisenhunt tiene entre manos a una joya por moldear que se llama Marcus Mariota, y bajo ese prisma ha de entenderse la ofensiva del equipo.
Fox es un entrenador ideal para que Chicago recupere su identidad defensiva, pero el quarterback es capaz de destruir el mejor proyecto con un solo puchero.
Uno de los equipos más tradicionales de toda la NFL tiene una de las aficiones más fieles y especiales de cuantas habitan en la liga.
Vic Fangio tiene la misión de recuperar el orgullo de un grupo que, antaño, infundía miedo a toda la NFL y el año pasado sólo causó hazmerreir.
En el caso de que Jay Cutler resucite, el equipo puede meter a varios de sus estrellas en los puestos altos de todas las fantasys.
Adam Gase tiene que encontrar la fórmula para que Jay Cutler vuelva a sentirse un quaterback importante y un líder en este equipo.
Mientras unos culpan a Andy Dalton, y otros a Marvin Lewis, el magnífico proyecto de los Bengals se estrella en wild card sin que nadie consiga desencasquillarlo.
Aunque las lesiones tienen mucho que ver, la línea defensiva no ha estado al nivel la temporada pasada, la primera de Guenther como coordinador.
Hue Jakson está tratando de recomponer el juego de carrera y de quitar presión de los hombros de Dalton con la apuesta en el draft por jugadores de la OL.
Jeremy Hill es tan bueno que, aún actuando en un comité, logró terminar entre los diez mejores de la temporada. Un futuro fenómeno.
Marvin Lewis ha conseguido la heroicidad de transformar a un equipo lleno de macarras en una máquina engrasada de jugar un football muy sobrio.
Sin un corredor de bastón, el quarterback Tony Romo volverá a estar expuesto a las lesiones y a las malas decisiones que marcan su carrera.
¿Qué decir de Jerry Jones a estas alturas? Ha mantenido un imperio en los Dallas Cowboys a pesar de no conseguir ganar desde hace demasiado tiempo.