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MOTOGP

Ángel Viñales: "Maverick se va porque no es feliz en Yamaha"

"No se va porque la moto sea mala sino porque Yamaha no le ha dado la moto que tenía que ser para él y no ha sabido adaptarse a otra", dice el padre de Mack.

Madrid
El podio más serio de Maverick.
motogp.com

Ángel Viñales, padre de Maverick Viñales, le dijo a AS el domingo que no hablaría hasta que se hiciera oficial el anuncio del divorcio entre su hijo y Yamaha para la próxima temporada, para la que aún tenían contrato en vigor. Ahora que ya es oficial, Ángel cumple con su palabra para explicar, con absoluta calma y sin ninguna acritud hacia Yamaha, las claves que han llevado a esta inesperada decisión.

“Es una ruptura de mutuo acuerdo”, dice para empezar Ángel antes de entrar en detalle: “Al principio Yamaha no quería. Lin (Jarvis) lloró y todo. No se lo creía, pero esto viene de atrás. Esa moto es para la conducción de Lorenzo o Quartararo. Es mantequilla. Maverick necesita más rigidez. ¿Por qué? Porque Maverick es como Marc. Atacan fuerte para explotar su potencial. Esa moto tiene un límite y no te deja pasar de ahí. La gestión mecánica no se ha llevado a cabo bien. No le han sabido dar lo que él quiere ni él ha sabido llevar cien por cien esa moto. Es un cúmulo de cosas”.

Entendido el punto de vista técnico, le preguntamos por qué no aguantar hasta que se acabe el contrato. Ángel da la clave de toda esta historia: “Maverick se va porque no es feliz así. Llega un momento en el que era muy feliz en casa, con su niña y viviendo en España, y se ha dado cuenta que allí ya no es feliz. Llegaba pensando: “Qué problema tendré hoy”. Los medios le atacaban, diciendo que era él, que era él, que era él, y llega un momento en el que explota y dice basta. Hoy no soy tan malo y mañana soy tan bueno”. Más en ese sentido: "Maverick no se va porque la moto sea mala, ojo, sino porque Yamaha no le ha dado la moto que tenía que ser para él y él no ha sabido adaptarse a la moto que tenía Yamaha. Él les dijo que en la moto confía, pero no sabe qué pasa con la gestión de la moto, que no. Y ya está”.

¿Cómo serán las carreras que quedan de aquí a final de temporda? Así lo ve Ángel: “Es complicado, porque él es competitivo. Ayer (por el domingo) en el podio estaba cabreado por el fallo de la salida con el embrague, porque siempre le toca algo y porque sabía que tenía potencial para ser más rápido que Fabio y ganar la carrera. Siempre pasa algo. El blando delantero no fue un problema, porque iba mejor con él y estaba para hacer otra carrera”.

La verdad es que fue un podio atípico, con el doblete Yamaha menos celebrado de la historia. Maverick sólo cogió la botella de cava al final y apenas tomó parte en la celebración. Su padre lo confirma: “El podio de esta carrera ha hecho daño a Yamaha. Sí, te lo confirmo. Intentaron que se quedara y hablaron con él y él les dijo que no se trataba de quedarse, que se trataba de que quería disfrutar y que ellos no se lo podían dar”.

En resumen, “Maverick ahora ha encontrado estabilidad en casa. Se ha hecho más maduro y al nacer la niña le ha hecho pensar que no puede ser que un sitio sea tan feliz y en el otro esté llorando. No le compensa. Yo se lo he dicho hace tiempo. Dinero ya tiene, qué va a hacer, ¿vivir amargado? No. Y eso que él es de los más capaces de dar la vuelta a la historia de un fin de semana a otro”. Ojalá le dure esa felicidad toda la vida. Por el momento, ha mostrado que es honesto consigo mismo, porque otro hubiera cortado gas y puesto el cazo a final de mes. Habrá quien piense que está loco o y también que es un valiente. Servidor se queda con la segunda opción.