El lastre del cero de Márquez
Desde que el ilerdense llegó al Mundial solo había abandonado en la cita inaugural de 2009 y 2011. En ninguna de esas dos temporadas fue campeón.
Las reglas del juego dan por ganador a quien más puntos consiga y los domingos, en MotoGP, es cuando toca salir a ganarlos. Con el contador a cero no existe una jerarquía más allá de la que se va forjando a lo largo de cada fin de semana y aunque Márquez, en los últimos años, se había encargado de establecerla de forma subordinante, en Jerez volvió a sentirse humano tras protagonizar una remontada que solo confirmaba su superioridad… hasta que se encontró de cara con el límite. Esta temporada invitaba a jugar con él, manteniendo siempre la distancia de seguridad, pero el ilerdense lo buscó tanto que terminó convirtiéndose en su víctima tras ofrecer un espectáculo que daba la bienvenida de nuevo al Mundial como se merecía.
Una salvada épica en la quinta vuelta de carrera desataba a la bestia y Márquez, en busca de esos puntos que te hacen ganar el juego, apostó por el todo o nada hasta encontrarse con la cruz. Porque él mismo puede haberse lapidado su temporada ya que el pasado domingo, no valía lo del todo o nada. El nada podía abarcar mucho más que ese gran premio al tratarse de un año excepcional y así lo ha demostrado la lesión que le ha obligado a pasar por quirófano y que, casi con toda probabilidad, le hará perderse la próxima carrera de la temporada en el trazado andaluz.
Habría que remontarse hasta 2011 para encontrar dos ceros consecutivos en el contador de Marc desde que llegó al Mundial y esa temporada, junto a la de 2009, eran hasta la fecha las únicas en las que el ilerdense estrenó el curso con un cero. Y curiosamente, también en ambas campañas, terminó sin el Mundial en sus manos. Durante toda su trayectoria en el certamen, solo se le escapó en dos ocasiones más: su primer curso en 125cc y un 2015 del que aprendió una valiosa lección. Pero el único año que dejó escapar el campeonato en la clase reina consiguió un mérito mucho más importante. Márquez se conquistó a sí mismo entendiendo que arriesgar a veces conllevaba perder puntos, pero a esa lección se impuso en Jerez el ADN de un piloto que, si no lo hubiese intentado, tampoco hubiese terminado con un final feliz. Aunque eso le complica mucho las cosas en este 2020.
Ahora, a Márquez, su espectáculo le cambia el panorama por completo. Al piloto de Honda le toca empezar desde cero tanto en el campeonato como en su recuperación y tras un domingo que le deja muy tocado en el juego. 2011 tampoco invitaba a ser optimista cuando se dejó tantos puntos en el inicio, pero solo una lesión ocular provocada por otro fallo en la penúltima carrera de la temporada, le privó de estrenarse en Moto2 celebrando el título de campeón. El ilerdense ha demostrado que de la misma forma que tenía en sus manos perder el campeonato, también tiene la opción de ganarlo, y aunque el Mundial se limita a trece carreras que en sus aspiraciones se reducen a la decena, en Jerez demostró que las remontadas son posibles. Cómo sea el desenlace, lo dirán los puntos a final del juego.