Mugello, al rescate de Lorenzo
El pentacampeón ya ‘resucitó’ en el trazado italiano en 2006 camino de su primer título de 250cc y en 2018, para su primera victoria con DucatI.
El Autodromo Internazionale dell Mugello es uno de esos circuitos que, sólo con pensar en él, dibuja una sonrisa en el rostro de Jorge Lorenzo. El pentacampeón ha conseguido siete victorias en este escenario a lo largo de su carrera y dos de ellas sirvieron para ‘resucitarle’ cuando no atravesaba un buen momento, como ahora en su debut con Honda, porque llega con su peor bagaje en la clase reina tras las cinco primeras carreras del curso: 14º de la general con 16 puntos, a 79 de su compañero Márquez, tras un undécimo, dos duodécimos, un decimotercero y una retirada por avería.
Mugello, por tercera vez, podría volver al rescate del mallorquín, una pista talismán para él y en la que ya ha volado muchas veces. La primera vez que le rescató este impresionante trazado transalpino fue en 2006, camino de su primer título de 250cc, con Aprilia, y la segunda en 2018, para firmar su primera victoria con Ducati, cuando ya sabía que no seguiría con la fábrica italiana, algo que le había comunicado tras la cita anterior, en Le Mans.
De las 68 victorias que adornan su historial, la conseguida en 2006 es de las más importantes para Lorenzo, porque sin aquella es muy probable que no hubieran llegado muchas otras. Tras lograr el triunfo en las dos primeras pruebas de la temporada, en Jerez y Qatar, llegó a decir que no era descartable ganar todas las carreras del año, pero su suerte cambió en las tres siguientes citas. La caída de Turquía, el cuarto de China, donde además ganó su compañero Barberá, y la caída de Francia le hicieron perder terreno en una clasificación en la que su mayor amenaza era Dovizioso, menos brillante, pero muy regular. Así, el balear necesitó resetear antes de la prueba italiana y, bajo una gran presión, consiguió una importantísima victoria decidida en la última vuelta, con sólo 111 milésimas de ventaja sobre De Angelis. A partir de ahí regresó a la senda de la victoria. Después llegaron cinco triunfos más y la conquista del título en Valencia con 17 puntos de ventaja sobre Dovizioso.
La última ocasión en la que Mugello llegó al rescate del hoy piloto de Honda fue el año pasado, cuando estaba en su segunda temporada en Ducati. Sabía ya que la casa de Borgo Panigale no le renovaría, por falta de resultados, lo que no impidió que saliera a la pista extra motivado, y al fin cómodo sobre la Desmosedici, para firmar desde la segunda plaza de la parrilla su primera victoria como ducatista. Luego vendría el triunfo en Montmeló, a las dos semanas, y uno más en agosto, el de Austria, demostrando que había sido un error de Ducati sustituirle por Petrucci para este 2019.
A ver este fin de semana de qué es capaz. Por lo que Lorenzo ha contado, el principal problema es que sigue sin sentirse a gusto sobre la Honda y que, aunque hay viernes que los empieza bien (fue cuarto en Le Mans), luego los demás evolucionan y él no. Mugello, donde hace tres años batió a su actual compañero de box por sólo 19 milésimas, debería ser una buena oportunidad para su reacción.