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MOTOGP

Dani Pedrosa: "Era más temeroso que valiente"

El español hace repaso de su trayectoria deportiva para Red Bull y destaca como sus pasos "en el campeonato del mundo han sido tema de conversación".

Actualizado a
Dani Pedrosa habla sobre su trayectoria en el Mundial.

Las dos ruedas fueron su cuna, "desde que era bebé estaba montado en una moto" y la ilusión de aquel niño giraba en la misma dirección que marcaba cualquier trazado en el que se derrochase algo de velocidad. La llevaba dentro, sin embargo, "era más dudoso o temeroso que valiente" cuando se subía a una moto e incluso a veces, tenían que empujarle a hacerlo. Pero el talento se impuso. Cuando se bajaba la visera las cosas le salían mejor de lo que pensaba a un Dani Pedrosa que con 12 años, llegó incluso a plantearse dejar el deporte. Pero en esta decisión no le acompañaba el miedo. Se acababa de proclamar campeón del CEV de minimotos "y había que plantearse dar un paso adelante" que por temas familiares, no sería posible.

No se lo tomó muy mal, pero llegó la Copa Movistar y el español vio una segunda oportunidad que, en su caso, sí que fue buena. "Fue una casualidad de la vida". Y de las casualidades o lo inesperado dicen que llegan los mejores momentos. "Me encontré con un amigo y decidimos probar y hacerle caso enviado la solicitud aunque estuviera fuera del rango de edad. Pensamos que no teníamos nada que perder". Más bien todo lo contrario. Ganó experiencia y fue ahí cuando conoció a Alberto Puig, gente de Dorna, Movistar… la cual, le dio la oportunidad de comenzar a despegar sobre las dos ruedas. Esa oportunidad "fue el trampolín que marcó realmente el salto". Y Dani se lanzó decidido a un nuevo mundo para él, donde tenía mucho que aprender.

Aquel chaval que convenció por su talento, pues no tenía experiencia y ni siquiera sabía llevar marchas, fue asimilando todas las novedades que requería el Mundial para sobrevivir en él y encontró la fórmula perfecta para hacerlo. Algo que parecía casi imposible como un podio se convirtió en realidad y su aprendizaje se tradujo en un primer título mundial que llegó tras su tercera temporada dentro del campeonato. "Fue el mejor momento. ¿Campeón del mundo? Llevas toda la vida viéndolo en la tele y, de repente, ¡tac!". Colocó su nombre en la historia y vivió un momento de emoción tan difícil de explicar, como los primeros sentimientos de un lastre que le ha acompañado a lo largo de toda su carrera.

"A los cinco días, cuando empiezas a recoger la cosecha, me caí y me hice mucho daño. No entendía por qué si hacía bien las cosas con humildad, trabajo y esfuerzo, respeto… tenía que recibir ese tipo de castigo". El español buscaba sentido a todo lo que le ocurría pero las lesiones, eran algo intrínseco que conllevaba el montar en moto. Tras el primer golpe de realidad que le ayudó a abandonar el idilio, llegó la hora de seguir avanzando y en su llegada a 250 cc "tenía prisa, sentía que iba con retraso". Categoría nueva y falta de rodaje, pero ocho victorias y un campeonato que no le permitían perder. "Como tenía prisa, corría" y tanta era la urgencia, que enlazó dos títulos de forma consecutiva en la categoría intermedia. Desde Japón se fijaron en él. Llegaba la hora de cumplir el sueño de cualquier piloto y mirándolo de tú a tú, volvió el miedo transformado en inseguridad.

Eran muchos los que cuestionaban la capacidad de Pedrosa para desempeñar un buen papel sobre una MotoGP. "Mis pasos en el campeonato del mundo han sido tema de conversación, de opiniones". Las características de esos gigantes hicieron que incluso él pusiese en duda su talento en esta nueva aventura. Pero en el Repsol Honda le habían dado la oportunidad y "gente que de verdad sabía de motos" creía en él. "Fue un reto muy fuerte, pero cualquier cosa que hubiera hecho en MotoGP estaba, para mí, más que bien". Pese a ello, no se conformó con ser uno más.

A pesar de que su carrera en Honda no ha sido un camino de rosas, especialmente en los últimos años, Dani demostró que era capaz de todo sobre la RC213V. También llegaron momentos en los que tocó sufrir, incluso a veces más de lo que disfrutaba, pero el español consideró que era importante vivirlos. No siempre estuvieron relacionados con su rendimiento sobre la pista.

Sin embargo, las lesiones han sido lo que más le ha marcado e incluso, han llegado a cambiar un poco su carácter y su enfoque de un futuro, que por el momento, sigue estando ligado a las dos ruedas: "¿Mi sueño? Mi sueño es una constante, es sentirme realizado. Hoy son las motos, luego será la familia, luego otra cosa nueva. Es la realización personal".