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FÓRMULA 1

Alonso, apenas dolor en una muñeca tras el accidente de Spa

El asturiano se encuentra perfectamente después de salir ileso del choque de Hulkenberg a unos 140 kilómetros por hora.

Spa Francorchamps
Alonso, apenas dolor en una muñeca tras el accidente de Spa
JOHN THYSAFP

Aún hay quien se pregunta cómo es posible que teniendo que hacer mil cosas a la vez, mirar hacia delante, a los lados, frenar, girar el volante, pensar en la mejor opción para intentar pasar alguno de los rivales… a Fernando Alonso le diera tiempo a echar un vistazo a los retrovisores para comprobar cómo Nico Hulkenberg venía con las cuatro ruedas bloqueadas en una frenada imposible directo al McLaren del asturiano. “No tenía dónde meterme”, dijo el piloto español.

Apenas hay 250 metros desde la parrilla de salida a la primera curva del circuito de Spa Francorchamps, una de las distancias más cortas de todo el calendario, la más pequeña en un trazado convencional. del inicio a esa curva los coches hacen una frenada de 220 km/h a cerca de 80 por los que es posible que el Renault impactara con el coche de Alonso a algo más de 140 ya que el alemán eligió mal el momento, calculó mal y se fue totalmente contra el coche naranja.

En ese instante el susto fue grande, más aún cuando Alonso salió volando con el coche y estuvo a punto de llevarse por delante a Charles Leclerc, de hecho pasó justo por encima de su cabeza y de no ser por el Halo ahora mismo podríamos estar hablando de un incidente muy grave. Pero ambos salieron ilesos. De hecho el asturiano aún al día siguiente apenas si tiene un pequeño dolor de muñeca y nada más, se encuentra perfectamente. Algunos de sus amigos pudieron temer por esas costillas que le quedaron tocadas después de aquel terrible accidente de Australia hace un par de años, pero Alonso que se desplazó a su casa poco después de terminar la carrera, está bien.

Ahora, un par de días de descanso antes de viajar a Italia y participar si nada cambia y todo sigue sin problemas en la carrera de Monza donde espera recibir el aplauso de los que un día fueron sus aficionados y dónde le siguen recordando con mucho cariño.