La talasofobia en los videojuegos

A pesar de que muchas personas sufren fobias e intentan hacer vida normal, estas son capaces de traspasar algunas ‘fronteras’ y trasladarse a aquellos hobbies o entretenimientos que solemos realizar. Lo curioso es que posiblemente no seamos conscientes hasta que nos topamos con una de cara, y es que en los videojuegos esto puede ser posible con la talasofobia. Con el paso de los años, los videojuegos gráficamente se están volviendo más realistas y la capacidad de creación de un mundo submarino es mucho mayor para la mayoría, a pesar de que otros videojuegos del pasado también han logrado causar este miedo. El pánico a no saber que está ocurriendo en ese mapa azul o en un fondo sin límit es bastante agobiante para aquellos que en la vida real sufren esta fobia. Es por ello que hemos querido realizar un artículo adentrándonos en la talasofobia, en los videojuegos que pueden provocarla y cómo enfrentarnos a ella.

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¿Qué es y cómo afecta la talasofobia?

La talasofobia es un concepto que hace referencia al miedo persistente e intenso a los cuerpos de agua profundos como son el mar, los océanos, las piscinas o los lagos. Aunque puede estar muy relacionada, la talasofobia no debe confundirse nunca con la hidrofobia, que se clasifica como el miedo al agua en sí. La talasofobia hace mayor referencia al miedo a estar en cuerpos de agua profundos, miedo al vasto vacío del mar, a las olas del mar, a las criaturas marinas y, sobre todo, al miedo a la distancia de la tierra. Pues bien, esta fobia se caracteriza por ciertos rasgos físicos y emocionales que exhibe un individuo, ya sea el nivel de reacción ante este peligro, como es ilustrar un comportamiento anormal en situaciones o entornos que desencadenan su miedo: preocupación constante, ataques de pánico, necesidad de escapar o sentirse abrumado, entre otros.

Algunas personas desarrollan este miedo gracias a experiencias previas, como estar a punto de ahogarse o quedar atrapada en una marejada. Otros simplemente lo obtienen a través de la exposición observacional, ya sea observando a las personas que le tienen miedo al mar o teniendo una mala experiencia en el océano. De hecho, hay personas que sufren talasofobia a raíz de ser influenciadas por la prensa cuando hablan de ahogamientos, accidentes de embarcaciones o ataques de tiburones, aunque esto último también lo han provocado las películas. El caso es: ¿cómo es posible que una fobia tan abrumadora pueda traspasar a la pantalla y hacer sentir que este miedo se produzca cuando estamos jugando a un videojuego?

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Videojuegos que pueden provocar talasofobia

En realidad, ningún videojuego quiere provocar una fobia, eso está claro, pero en ocasiones es inevitable que un miedo de la realidad pueda también sufrirse en algo virtual. Al igual que la talasofobia, sufrir un miedo en un videojuego puede ocurrir también con otro tipo de fobias como es con la aracnofobia o incluso con la aviatofobia. Todo ello se debe a que gráficamente los videojuegos en la actualidad llegan a considerarse una experiencia casi realista, ya que pretende sumergirte y hacerte partícipe de un mundo en el que eres protagonista y al que te rodea miles de detalles que, claramente, pueden provocar hacerte creer que realmente eso está ocurriendo en la realidad. Está en nuestra labor ser conscientes de lo que podemos llegar a encontrar o lo que nos espera si queremos investigar el ecosistema marino. No obstante, esto también ha ocurrido con otros juegos del pasado que con el simple hecho de sentir que estamos rodeados de agua ha saltado las alarmas de esta fobia.

Ahora bien, si lo que realmente nos interesa es saber que videojuegos pueden llegar a provocar la talasofobia, nosotros os vamos a indicar algunos de ellos. Un claro ejemplo de un mundo submarino lleno de peligro y con multitud de terreno para explorar en las profundidades es en Subnautica. En este videojuego podremos vivir una aventura de salvación, en dónde tras estrellarnos en un mundo oceánico, la única dirección a la que podremos ir es hacia abajo, teniendo que gestionar el suministro de oxígeno y estar preparado de la gran vida que nos rodea. Además, nos recuerda a otro videojuego conocido como FarSky, en el que controlaremos a un explorador submarino, aturdido y queriendo sobrevivir de las profundidades. Pero, ¿y si cambiamos las tornas y somos nosotros la propia criatura marina? En MANEATER viviremos la experiencia de poder ser como un depredador supremo de los mares: un tiburón gigante. Puede que esto nos provoque más seguridad, pero en realidad la profundidad del océano sigue existiendo y el navegar a nuestras anchas también puede ser un momento muy tenso.

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La vida en los mares no solo la podemos encontrar en las profundidades, sino también en la navegación, esto por ejemplo ocurre con la experiencia de ser un pirata y concretamente en Sea of Thieves. En este videojuego podremos explorar un inmenso mundo abierto plagado de islas vírgenes, barcos hundidos, además de algunas criaturas interesantes con las que tendremos que lidiar. En cambio, podemos cambiar de rol de un pirata a un submarinista y sumergirnos de nuevo en un océano repleto de misterios, vida y color con Abzû. En este videojuego estaremos rodeados de un vibrante mundo lleno de cientos de especies únicas y dónde nos podremos familiarizar con la fauna marina, aunque nuestra presencia también puede llamar la atención a algunos depredadores.

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No tiene que ser un juego concreto sobre océanos lo que nos pueda causar talafosobia, también hay momentos concretos de ciertos videojuegos dónde emplean las profundidades dentro de la creación de su mundo. Tenemos el ejemplo en Monster Hunter Tri con la batalla de uno de sus monstruos llamado Ceadeus, un monstruo marino de gran tamaño y al que tendremos que enfrentarnos conociendo muy bien sus habilidades. Eso mismo ocurre con Water Colossi en Shadow of the Colossus, una bestia enorme que tendremos que matar, además de obligarnos a agarrarnos a ella y sumergirnos profundamente en la oscuridad. Otro claro ejemplo es en BioShock, especialmente en áreas donde la ciudad tenía filtraciones y podías llegar a ahogarte, causando una gran sensación de tensión y agobio.

No obstante, los videojuegos que ofrecen un mundo abierto hay más probabilidades de que una parte del juego acuda al océano o al mar, aunque no sea el núcleo principal de la historia. Esto ocurre con Assassin’s Creed IV: Black Flag, cuando tenemos que realizar alguna misión de buceo o también en Far Cry 3 cuando tenemos que cazar tiburones. El conocido MMORPG, World of Warcraft, también presenta un mundo abierto bastante extenso, y hay una zona concretamente submarina llamada Vashj’ir, e incluso en ese mismo lugar podremos conseguir un logro si nos enfrentamos a un tiburón inmenso que navega por la zona. Por otro lado, en The Witcher 3 tendremos la posibilidad de bucear y nadar, enfrentándonos con alguna criatura marina, aunque con la suerte de que no hay nada más. Incluso, ¿sabíais que si intentáis llegar al final del mapa de GTA V aparece un tiburón y os devora? En definitiva, hay un gran número de juegos que han aprovechado este mundo oceánico para implementar una historia y hacernos partícipe dentro de él, a pesar de la incertidumbre de no saber lo que nos podemos llegar a encontrar.

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La mejor manera de combatir es haciéndole frente

Lidiar con la talasofobia en los videojuegos puede ser fácil como mantenerse alejado de grandes masas de agua y evitar acércanos a un monstruo marino, pero es muy probable que cada persona lo enfoque de una manera diferente. Está claro que todo se engloba a un pensamiento negativo y a que nosotros psicológicamente consideremos que nuestro propio personaje va a sufrir y como consecuente nosotros también. Pero al igual que esto ocurre como un rechazo negativo, podemos lograr pensar como de transcendente puede ser que nuestro personaje muera o sea herido, sabiendo que es un videojuego. Es importante conocer que algunos juegos como el conocido Sea of Thieves ha incorporado un modo para aquellos que tengan talasofobia, ofreciendo una función que permite flotar automáticamente y no ahogarte nunca.

Al igual que la talasofobia tiene tratamiento en la vida real, trasladado a los videojuegos hay algunas opciones viables que pueden llegar también a ayudar. Una de ellas es la terapia de exposición, es decir, que en vez de evitar activamente aquel objeto o situación que tememos, sería exponerse a aquel miedo, pero en un entorno seguro. Un ejemplo sería admirar detenidamente y desde un punto lejano aquella zona repleta de agua, provocando que ese miedo comience a reducirse. De hecho, la experiencia continua dentro de estos videojuegos puede hacernos sentir cómodos en el ambiente e incluso relajarnos, reuniendo el coraje de volver a meternos a la profundidad. Dicen que la mejor manera de combatir una fobia es enfrentándonos a ella de frente. Aun así, y sabiendo todo esto, lo importante siempre será que entres a un videojuego siendo consciente de su género, las experiencias que ofrece y, sobre todo, que tengamos una diversión asegurada.

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Fuentes: Healthline | Reddit | Medical News Today | How Stuff Works