Far Cry 3
- Plataforma3608.8PC9PS38.8
- GéneroAcción
- DesarrolladorUbisoft Montreal
- Lanzamiento29/11/2012
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorUbisoft
Far Cry 3
Ubisoft Montreal vuelve a las islas paradisíacas de la serie FPS que inauguró Crytek para poner al límite de la supervivencia en un entorno salvaje y demencial a Jason Brody. Abierto, precioso, intenso y variado, Far Cry 3, que no despertaba demasiadas esperanzas entre algunos, es una de las sorpresas de la temporada en PS3, Xbox 360 y PC.
A muchos nos supuso una decepción Far Cry 2, sandbox largo y con ideas en mitad de la sabana africana que acababa haciéndose repetitivo, insufrible por algunos de sus enemigos infinitos, estructurado y mediocre en su traca final. Desde que se anunció Far Cry 3 Ubisoft prometía que éste retomaría la brillantez del primer juego -en manos de Crytek (Crysis)- y que esto se debía no solo a su regreso a la ambientación paradisíaca, sino también a una recogida de ideas sobre la supervivencia y la condición extrema humana que formaría un marco para la aventura sorprendente. Así ha sido, la sede de Montreal (también encargada de Assassin's Creed y la mayor de Ubi actualmente) ha logrado con esta obra colar en Xbox 360, PlayStation 3 y PC un sandbox en primera persona magnífico, de esos a los que apetece jugar muchas horas seguidas, logrando al final un título más redondo que el popular y tan debatido Assassin's Creed III, pese a que Far Cry 3 ha hecho siempre menos ruido.
Estamos en la época la acción-supervivencia, qué duda cabe. The Last of Us o Tomb Raider serán quienes sigan a los actuales. La clave aquí estaba en cómo se iba a devolver al jugador a los entornos de los archipiélagos tropicales sin tener la sensación de estar jugando al primer Far Cry o el primer Crysis, punteros tecnológicamente en su día y capaces de lograr un ambiente único de frondosidad virgen, aguas turquesa y terrenos accidentados con muy poca presencia del hombre. La demencia, la locura, la paranoia y demás transtornos mentales entran en juego ahí, aportando una historia muy bien respaldada y con la suficiente fuerza como para crear todo tipo de situaciones y misiones en un mapa muy vasto y por el que el jugador puede moverse libremente. A esto se le han unido unos más que correctos modos multiplayer online y a pantalla partida, y un puñado de cosas secundarias por hacer y recolectar, de manera que la duración no se tambalee por procurar una intensidad vibrante como la que se ha conseguido.
La mente, el mayor enemigo
Jason Brody es un joven que pasa unas alocadas vacaciones junto a su grupo de amigos en una isla tropical abandonada y llena de posibilidades para hacer deportes de riesgo, submarinismo, senderismo... Todo está grabado en vídeos en su móvil, hasta que algo se estropea y se ve encerrado en una jaula de cañas solo con uno de sus acompañantes, amedrentados por un amenazante autóctono que no duda en hacer barbaridades ante sus ojos. El jugador rápidamente asume el rol del todavía miedoso Brody, empezando por una huida de este extraño campamento que actúa a modo de tutorial de los controles básicos, muy en la línea de los FPS actuales pero con algunas acciones más originales en busca del sigilo o el cuerpo a cuerpo, dos mecánicas también muy presentes en Far Cry 3. Así arranca esta aventura, dejando al jugador atónito ante lo que se le viene encima al tener que localizar uno a uno al resto de los amigos de "Jota".
Este villano rápidamente presentado y carismático se llama Vaas, y tras él se manifiesta un extraño grupo que habita la isla y tiene algún negocio sucio entre manos. La situación se complica y la isla central se abre, con todas sus maravillas y frondosidad en una noche estrellada que arranca con fuerza el juego y sus títulos de apertura. Pronto Brody aprenderá qué hay detrás de la mente humana, qué es natural y qué impuesto, y cómo se puede sobrevivir en un entorno salvaje como éste, fabricándose medicamentos, cazando para comerciar y conseguir armas o teniendo que tomar torres de radio para ir dibujando su mapa y posibilidades (algo así como las atalayas de Assassin's Creed). Es totalmente libre de ayudar a NPCs y resolver los casi 40 trabajitos del hilo central en busca de la supervivencia de sus allegados, sin embargo tendrá que vérselas en un entorno donde el único peligro no es el hombre, y tan grande que los medios de transporte acaban por ser parte del día a día, cíclicos con día y noche.
No es una trama compleja, tampoco innovadora, pero la inclusión de personajes de lo más excéntricos, drogadictos, mercaderes colocados a setas alucinógenas y forasteros que vieron en este archipiélago mejor calidad de vida acaban por darle fuerza, son algunos de los amigos que tendrá el jugador, que también vivirá junto a Brody momentos de demencia y misiones que se escapan de lo controlado y ordenado. El despliegue técnico para poner todas estas ideas en marcha está bastante cuidado, también en PS3 y Xbox 360, por lo que no deben caber dudas de que tras esta obra hay finalmente una superproducción con algo que contar y buen acabado audiovisual. Para empezar, y como principal sorpresa ya que era un punto temido, todas las áreas del conjunto de islas se cargan en tiempo real, de manera que no hay esperas con barras de carga ni ralentizadores del ritmo, camuflados en algunas cinemáticas de visionado obligatorio. Se puede sobrevolar el enorme archipiélago de punta a punta sin parar.
El paraíso se ve bien
Mucho se venía hablando del aspecto gráfico de Far Cry 3, temido sobre todo en consolas donde ha acabado por lograr un resultado notable, por encima de lo que muchos esperábamos al probar el juego en versiones previas y comprobar que el tearing iba a ser protagonista. Sí, sigue apareciendo este rasgado vertical al girar rápido la imagen, pero de forma leve, algo que también ocurre con el poping, habitual en sandbox al tener que dibujar largas distancias pero aquí no molesto ni delator. La odisea de Brody es un viaje precioso a través de un paraíso no demasiado interactivo (ni de lejos tan destruible como Crysis) pero que deja apabullantes estampas, como atardeceres con reflejos, efecto borroso de buceo, texturas generalmente bien definidas aunque tarden bastante en cargar y lo hagan ante nuestros ojos continuamente, o juegos de luces simplemente magistrales. La vegetación es abundante, aunque no tiene solidez, no es natural, y no se mueve ni con una explosión. Es solo un truco gráfico para emular la selva y consigue llamar la atención por su exuberancia. El horizonte se tiñe de azul para desdibujarse, pero solo a lo muy lejano, deja un buen campo de visión clara.
Misma conformidad nos emana para las animaciones y diseños faciales o de ropas de los personajes, muy detallados, así como los objetos e interiores de las casas, o los animales y las texturas peludas o escamosas de sus pieles. El fallo en cuanto a humanos recreados recae en la Inteligencia Artificial de los enemigos, pobre cuando hay muchos en pantalla o cuando se producen situaciones no previstas, como volcar un jeep en un riachuelo -hemos visto una especie de bugs donde los rivales no salen del vehículo- o se avanza en una misión más rápido de lo que está preparado. Este detalle técnico no molesta a la jugabilidad, no se puede decir que estemos ante un mundo abierto repleto de bugs como podrían ser Assassin's Creed III o The Elder Scrolls V: Skyrim, ni mucho menos. Pero pueden apreciarse algunas incongruencias de IA, eso está claro, también afectando a la dificultad de los tiroteos, no demasiado elevada si se sabe esperar los momentos y ponerse a cubierto. Las físicas, de vehículos , de cuerpos al caer o de otras estructuras, sí están bien concebidas, creíbles y variadas para cada material y diseño, por ejemplo los vientos sobre el ala delta, el agua bajo las lanchas o la sensación de buceo realista.
En PC el resultado técnico de Far Cry 3 es extraordinario, digno de comparativas con el mismísimo Crysis y, claro está, por encima de lo visto en consolas, también con requisitos exigentes para ponerlo al máximo. Ahora bien, si un apartado de lo técnico nos ha gustado especialmente en sus tres formatos, ése es el sonido, empezando por una localización de textos y voces al castellano intachable, que introducen bastante en el conflicto y llenan de tacos, frases hechas propias de nuestro idioma, gestos y hasta refranes el guión de diálogos. El juego no se corta en volumen de violencia y tampoco lo hace en lo verbal, con un doblaje español muy a la altura de los mejores. La Banda Sonora no es tan determinante, pero también cumple como composición de acción y acompaña en los momentos cumbre, así como los efectos de las armas, motores y clima de la jungla en definitiva, no demasiado contundentes pero para nada fuera de tono.
Apisonador armado
Brody puede con todo, cada vez va obteniendo más dinero y piezas para montar sus armas y artilugios, arreglar vehículos, fabricar medicamentos o mejores mochilas, cinturones y cartucheras para guardar todo. Pero no nos engañemos, Far Cry 3 es ante todo un shooter en primera persona, un juego de disparos y puntería que logra en estos momentos sensaciones tan buenas como las partes de exploración, de sigilo o de carreras. El mapa es una de las piezas esenciales para manejar un sandbox, y aquí no podía ser menos, con un montón de puntos que ir desbloqueando, recogiendo o invadiendo para tener más claro el terreno, como las altísimas antenas de radio o los campamentos enemigos, que nos dejan dibujar con claridad a su alrededor. En su faceta FPS -principal- el jugador cuenta con un arsenal interesante que recoge todos los tipos de rifles, escopetas y pistolas además de otras grandes calibraciones como ametralladoras pesadas o hasta lanzallamas. Desde una rueda desplegada con el gatillo secundario izquierdo se pueden configurar al gusto.
Lo mismo ocurre con los objetos de inventario y las propias estadísticas de Jason, a mejorar a medida que transcurra la aventura. Hay varios árboles de habilidades que se imponen sobre el personaje como tatuajes y que le darán cada vez más capacidades combativas en un entorno selvático y virgen como éste. Garza, Tiburón y Araña. Se llega a rozar lo sobrenatural con algunos de estos atributos, pero ahí es donde entran en juego factores psíquicos que también pueden jugar en la contra de Brody y lo que él creía real. No lo vamos a negar, hay un claro componente de Lost (Perdidos) en todo este Far Cry 3, empezando por el regreso a una isla donde hay muchos interrogantes abiertos. Los trabajos opcionales a la trama cental en busca de los amigos y huida, muchísimos, actúan como reforzadores del nivel de experiencia, consecución de mejor equipo y vías de enriquecimiento adicionales. El tramo del final no es tan satisfactorio como el resto del juego, llega a atascarse levemente debido al buen número de horas que llevaremos ya a las espaldas, pero no es un punto destacable a lamentar.
Hay que decir que las misiones secundarias, todos esos encargos, no son nunca tan brillantes como algunas de las principales. No todo es ir a un punto y limpiar la zona en busca de un objeto en la trama central, sin embargo muchas de las alternativas sí. No hay demasiadas decisiones tampoco, ni creatividad ofrecida al jugador a la hora de resolver algunos conflictos, pero no se puede hablar de reiteración acusada. Far Cry 3 deja la sensación de tener la repetitividad justa que cabría permitirle a un sandbox, con tareas muy similares como la búsqueda de coleccionables pero con otras que realmente sorprenden cuando aparecen y aportan grandes momentazos, algunos épicos. También hay que lamentar los desequilibrios de algunas partes, como curvas de dificultad que se agudizan de repente, armas muy inútiles frente a otras -esto afecta al multijugador competitivo-, misiones poco inspiradas y de claro relleno o la poca importancia de algunas tareas opcionales como cazar y buscar determinados items ya bien avanzada la aventura, como si solo fuera rentable al principio.
La espectacularidad scriptada está en parte sacrificada en pos de la amplitud, algo muy de agradecer para no destrozar las señas de identidad de la marca ni encorsetar las misiones tanto como hacía Far Cry 2. No obstante, claro, hay tramos pasilleros y actos más guiados que se pueden ir al traste -misión fallida y retoma de checkpoint- solo con salirnos de la zona delimitada para ese acto o al perder de vista un momento a un aliado. Esto puede frustrar y dejar la sensación de que se anulan las libertades que el juego generalmente da, en tierra, mar y aire. Y es que poder recorrer las islas de punta a punta en ala delta -muy satisfactorio manejo para vehículos, por cierto- o dedicarnos a tomar campamentos rivales uno tras otro sin pensar en otra cosa son bondades de ésas que solo los buenos sandbox saben regalar.
Seis meses antes....
Far Cry 3 no se deja una modalidad cooperativa para hasta cuatro jugadores online o a pantalla dividida en el caso de las consolas. Actúa como una campaña adicional donde cuatro personajes se ven también secuestrados, seis meses antes de la historia de Brody y sus amigos, en la isla y con sed de venganza. La trama y la variedad de misiones no son tan pronunciadas como en la Campaña central, ciñéndose esta vez a un conjunto de actos más de acción e invasión con los cuatro hombres armados adentrándose. Hay algunos elementos que refuerzan la cooperación, como tácticas en conjunto o partes donde tendremos que repartir caminos. La dificultad es exigente y jugado con menos de cuatro llega a ser desafiante, aunque, eso sí, volveremos a estar ante una IA enemiga poco humanizada, que tiene muy buena puntería pero hace estupideces o es incapaz de percibirnos aun estando al lado.
Far Cry 3 cuenta también con un prominente multijugador competitivo, un baúl de modalidades clásicas con algunas innovaciones adaptadas a las condiciones de un conjunto de escenarios como los que impone la isla. 16 jugadores pueden verse las caras con personajes y armas que van mejorándose como marca la tendencia hoy y en partidas que se centran en los disparos directos en mapas reducidos, sin demasiada amplitud de las áreas y enfrentando de cara a los bandos. El todos contra todos, dominio de zonas o capturas de banderas se reflotan una vez más para este online, una pena ya que el singleplayer sugiere un buen puñado de ideas que de haberse trasladado al multi hubieran renovado la experiencia gracias también a un diseño bastante vertical de los mapas. No obstante, todo es tan satisfactorio como cabe esperar y se hace divertido a la par que intenso y adictivo, sobre todo los modos más arcade como el free for all.
El problema viene quizá en los desequilibrios, con armas que son claramente más poderosas que otras, o modos que estarán mucho más poblados dado a que son indiscutiblemente más divertidos y originales, basados por ejemplo en ecargos dinámicos para uno y otro bandos, o caza de determinados jugadores con burla final y juegos hasta con el sigilo o los ataques en bandada. No hay mucho de estrategia y desarrollar lo suficiente al personaje será fundamental para disfrutar de la mayor profundidad de las partidas. Por supuesto, en esto no alcanza la profundidad de los exponentes de los FPS online como Call of Duty, Battlefield o Halo, pero dará horas de diversión a quien le guste el tacto Far Cry 3 y la ambientación paradisíaca característica, que marca mucho el diseño de estos escenarios. No hay confirmación de cómo funcionarán los DLCs y si añadirán más modos o ajustarán un poco el armamento.
Otra de las novedades interesantes es el completo editor de mapas, especialmente en compatibles. Ubi Montreal ha querido poner a disposición de los jugadores una herramienta versátil con la que se puede crear terrenos desde la nada, dar forma a las islas y definir el tipo de vegetación y terreno de las mismas. Todos los objetos del juego están disponibles, así que podremos colocar a nuestro gusto desde cosas de gran tamaño como chabolas o restos de aviones a detalles tan insignificantes como bidones, pasando por ruinas, cadáveres colgando y otros detalles propios del juego. También es posible colocar personajes controlados por la IA e incluso animales salvajes, así que el control será total y permitirá una gran creatividad que podrá ser compartida con el resto de la comunidad -la propia Ubisoft hará también trabajo de promoción, eligiendo los mejores mapas para darles más visibilidad-. El editor no sólo es apto para el modo multijugador, ya que se pueden usar los propios mapas en modo Sandbox para intentar sobrevivir a nuestro propio mundo.
El rendimiento en PC en este sentido es bueno aunque hay ciertas inconsistencias y los jugadores pueden experimentar bajadas inexplicables en la tasa de frames bajo ciertas configuraciones en DirectX 11. Para evitar esto es recomendable bajar cosas como la calidad de Post-Proceso, hay muchos usuarios que han reportado una gran mejora entre tenerlo en Ultra y bajarlo uno o dos escalones -y como siempre, recomendable tener todos los drivers y actualizaciones al día. Trasteando un poco y con un equipo decente, se puede obtener una experiencia audiovisual fantástica a 60 frames por segundo -lo recomendado son 4 GB de RAM y una tarjeta de 1GB mínimo de memoria para DX11- y sin demasiados desperfectos. Tiene actualización 1.01 desde el primer momento, lo que mejora leves aspectos del rendimiento.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.