Lobezno X-Men: Los Orígenes, guía completa - Mi trabajo no es agradable

Salta para llegar a la siguiente zona, sube las escaleras y dale un patadón a la puerta para poder entrar. A continuación se produce una pequeña sección en la que podemos matar sigilosamente a los dos enemigos presentes. Una vez limpiada la zona, activa el botón que hace bajar el cabestrante -se encuentra dentro de una habitación- y haz lo mismo con el de la plataforma giratoria del centro de la habitación. Luego empuja el vehículo hasta que entre en la plataforma y hazla girar de nuevo. Empuja una vez más el jeep hasta llegar a la pared y súbete a él para llegar a la caja suspendida en el aire y poder así escalar por su cable. Continúa por cables y tuberías hasta descender por una trampilla; sal de la habitación y vuelve a colgarte en la siguiente tubería. Agarra al enemigo de la ventana y descenderás armando jaleo.

Limpia un poco la zona hasta que entren a escena ¡dos W.E.N.D.I.G.O.! La estrategia sigue siendo la misma, salvo que en esta ocasión debes tener cuidado mientras estás machacando la espalda de uno de los colosos, pues puede que el restante intente darte un puñetazo para quitarte de ahí. Si vas muy mal de vida, estarás a salvo en alguna de las plataformas elevadas; allí podrás recargarte sin problemas. Cuando acabes con el primero, su compañero se enfadará, pero de todas formas no te causará tantas molestias.

Sal por donde ellos han entrado y al final de la carretera aparecerán dos camiones y diversos soldados. Pese a que existe la posibilidad de vencerlos devolviéndoles los proyectiles, no es una opción aconsejable pues algunos soldados llevan escudos y los utilizarán para mandártelos de nuevo; en todo caso realiza una embestida y elimina primero a los granaderos y tiradores para luego encargarte de los que están ataviados con armaduras y protección.

Salta en la pared contigua a los camiones y avanza -con algún que otro momento de mini-plataformeo- hasta encontrarte con un nuevo grupo de soldados. Elimínalos y salta de nuevo hasta llegar a un enemigo distante que no parece darse cuenta de tu presencia; embístelo para superar el abismo y para liquidarlo sigilosamente. Poco después un francotirador intentará darte caza y verás la situación desde la mira de su arma. Sube rápidamente por la escalera para que no pueda apuntarte y escapa agarrándote al cable y bajando en tirolina.

No habrá ni un momento de respiro, pues enseguida tocará enfrentarse a una nueva horda enemiga. A continuación agárrate por las cornisas rocosas para alcanzar la siguiente zona; pronto llegarás a otro lugar con más cornisas -aunque éstas creadas por la mano del hombre-. Este momento es un poco más complejo, pues primero debes utilizar las garras para romper la tubería que bloquea tu paso, luego esperar a que el agua deje de pasar para saltar a la siguiente cornisa… Acabada la secuencia, sube por la escalera y verás cómo huye el pérfido francotirador.

Rompe las cajas, saca al camión de su escondite y súbete a él para poder llegar a la parte alta de la estructura. Embiste al molesto soldado que no deje de dispararte y así superarás un nuevo abismo. Desciende, liquida a los moscardones y entra en el edificio. En el siguiente pasillo te esperan más enemigos; un pequeño obstáculo antes de iniciar un nuevo enfrentamiento contra el francotirador. En esta ocasión el plan consiste en avanzar de cobertura en cobertura vigilando a los frecuentes esbirros que te frenarán el paso. Si eso ocurre, lo mejor es ir embistiéndoles para que el rival no tenga tiempo a dispararte. Cuando llegues al final del pasillo, huirá, y podrás encargarte sin problemas de sus ayudantes.

Sube por las escaleras y cruza el siguiente corredor mientras cortas los miembros de aquellos que osen detenerte. Abandona el edificio y dará comienzo una batalla contra ¡cuatro W.E.N.D.I.G.O.!