Lobezno X-Men: Los Orígenes, guía completa - Una gélida recepción

Sortea las torretas láseres yendo a la sala contigua y liquidando al soldado despistado. Sal por la otra puerta, destroza una de las torretas y gira a la izquierda. Ve esquivando las miras láser corriendo de bloque en bloque para resguardarte.

La siguiente puerta está bloqueada porque le falta una batería; abre la verja utilizando el terminal y recógela. ¡No cruces todavía o morirás al instante! Antes enciende el segundo terminal -cercano a la puerta- para mover el escudo hasta que llegue a tu lado y avanza conforme éste retrocede a su punto inicial. Salta para colarte por otro conducto de la ventilación y avanza con premura para evitar que te alcancen las balas.

Embiste al soldado solitario para que no ofrezca resistencia. Para la siguiente sección de láseres es necesario un poquito de maña: mueve los escudos hasta que lleguen a sus correspondientes extremos, corre hacia el primero y luego hacia el segundo mientras todavía está en movimiento. Cárgate la torreta y vuelve a por la batería para introducirla en la puerta.

Tras tu segundo encuentro con Frost volverán los poderes curativos. Limpia la zona y avanza hasta llegar a una sala donde te asediarán con más bombas de humo. Como todavía careces de instintos, utiliza la embestida para saltar de enemigo en enemigo. Acabarás con ellos en un santiamén y no deberás preocuparte de la falta de visión. El siguiente duelo es todavía más complicado ya que no puedes ver a los Ghost. Utiliza cualquier pista sonora y visual y cuando aparezcan atrápales para acabar con ellos con un golpe mortal. Las puertas se abrirán y de ellas surgirán más subalternos.

¡Al fin! Lobezno volverá a tener el control de todos sus poderes. Para celebrarlo, cárgate a la horda de enemigos, seguro que se pondrán muy contentos al verte tan feliz y jovial. Una vez hayas terminado, llega al otro pasillo embistiendo a alguno de los soldados. Acto seguido, vence al primer Soldado Granadero bloqueando sus proyectiles antes del momento del impacto. Liquida al resto de esbirros que quedan y ve a por la niña. Limpia la sala de nuevo y cuando termines rompe los controles de la celda.