Donkey Kong Country - King K.Rool

KING K.ROOL

King K. Rool

La confrontación final. Seguramente cuando estés en medio de la contienda tu pulso temblará al pasar ante tu mente todos los buenos momentos que has disfrutado hasta ahora, solo que el echarse atrás en el último momento no sería acto del rey de la jungla.

El enemigo definitivo puede que os cueste más de un intento, pero todo es cuestión de práctica y aprendizaje, leyendo constantemente cuales son sus movimientos y actos. Para hacer que la cosa se te amenize infinitamente más, te explicamos como nos lo hemos cargado nosotros.

Nuestro primer objetivo es saltar sobre su cabeza justo después de que lanze su corona "boomerang". Ten en mente que el objeto con el que te arremete retorna a sus zarpas, lo cuál indica que debes actuar con suma rapidez. En el momento en que la tire, corre hacia él y golpea su cabeza con tus piernas. Entonces recuperará el pertrecho y correrá a la otra punta de la eslora. Cada vez que le des un golpe irá más rápido y esprintará más veces, así que su progresión de festinación irá en aumento cuando llega a una punta del barco. Repitiendo la operación cuatro veces le convencerá a cambiar de táctica.

Ahora cambia la velocidad por unas cuantas balas de cañón que lloverán como agua de Mayo sobre la cabeza del par de protagonistas.Debes buscar la zona exacta a la que no cae una de ellas, sin embargo, es muy dificil hallarlo con exactitud, por lo que una vez haya chocado una de las bolas en tus narices, sería optimo adelantar tu posicionamiento levemente evitando ser soprendido por la zona zaguera.

Nuevamente, pégale en la azotea y repite la operación cuatro veces más. Evita, como siempre, sus movimientos que se irán prolongando a cada uno de tus golpes.

Después de un falso final, King K. Rool resucita sediento de venganza. Esta vez debes usar la voltereta en el suelo que efectuan los simios pulsando el botón B. Cuando tu rival vaya a saltarte encima, realiza la pirueta hasta que el craso cocodrilo quede en una banda de la palestra. Momento que debes aprovechar para volver a demostrarle quien es el que manda. Como no, el hacer reiteradamente estos pasos acabará con la paciencia del intruso, y por ende, son sus energías. Un apunte, sus saltos no son del todo homogéneos, por lo que es mejor pasar bajo sus brincos a la primera de cambio, ya que un exceso de confianza puede hacerte empezar de nuevo la lianza.