Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA
Dark Earth

Dark Earth

Dark Earth - El Objeto de antes

Eres Arkhan. Nacido en una época post-apocalíptica tu objetivo es restaurar el orden mundial.

Actualizado a

Te encaminas al cuartel, a la entrada hay dos guardas hablando, uno se va, al otro puedes matarlo y hacerte con su escupidor. Vas a ver a Bogdaran, en la terraza a la izquierda, al entrar en su taller recoges los tres botes amarillos de líquido que hay en el suelo. Subes las escaleras y encuentras a un Bogdaran asustado que no quiere ayudarte, así que le das un sopapo para que entre en razón. Le entregas el objeto desconocido y te dice que lo estudiará.

Mientras tanto vas a tu habitación. Allí hay dos guardias que te cuentan que en la ciudad baja la cosa se ha puesto fea y hay combates en todas partes. Sales y vas a la sala de enfrente, aquí un guardián te recibe a tiros, lo matas. Con la llave de Bogdaran abres la caja de metal, coges dos placas de plomo, que introduces en la máquina que echa humo en el rincón, para así fabricar munición del escupidor. Haces lo mismo con todas las placas que tienes. Vuelves a ver a Bogdaran y te dice que vayas a buscar a Delia, la bailarina, y la traigas con él, entonces te ayudará. Parece mentira, este tipo gordo y calvo está con Delia, quien habría apostado un duro por ello, cuantas sorpresas da la vida. Es como si Kim Basinger saliera con Dani de Vito. Meditando sobre estas cuestiones de alto contenido filosófico vuelves a la ciudad baja.

Vas al bar a por Delia, esta te sigue. Al salir de su camerino ves al dueño del bar convertido en un monstruo como tú, pero encima calvo. Lo matas y os dirigís a la ciudad alta. Al llegar descubres un grupo de cadáveres. Parece que los monstruos no han venido a la ciudad a hacer turismo.

Entre los cuerpos hay uno que sigue vivo y dice que todo está perdido. Al menos para él lo está por que muere tras esa optimistas palabras. Entráis en el cuartel, ves una criatura de las tinieblas comiéndose a un guardián, le dices a Dalia que no hay problema, que tu te haces cargo de la situación, pero en realidad estás acojonado.

Sacas la pistola de Zed y le pegas cuatro tiros sin darle tiempo a explicarse. Nunca sabrás si, en el fondo, el pobre monstruo era un buen chico. Vais donde Bogdaran, este te da el objeto y te dice que es algo muy peligroso si entra en contacto con el agua. Dejas a los dos enamorados y te vas en busca de Leona.