Voces potentes por el aplazamiento de los Juegos
La natación y el atletismo de EE UU piden posponer los Juegos por el estrés de los deportistas. Se suman en Francia, Alemania, Gran Bretaña, Brasil y Noruega.
Lo que empezó como una gota malaya se ha convertido en cuestión de un día en una catarata de peticiones para que se aplacen los Juegos Olímpicos de Tokio. Unas voces que proceden ya de potencias olímpicas como Estados Unidos, Francia, Alemania, Brasil o Gran Bretaña, aunque el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, respondió que “suspender unos Juegos no es como hacerlo con un partido de fútbol”.
Abrió el grifo USA Swimming (Federación Estadounidense de Natación) con una carta enviada a los Comités Olímpico y Paralímpico de EE UU (USOPC), en la que le pedía que defienda “el aplazamiento de los Juegos”, una medida que se debe tomar teniendo en cuenta que se pone en duda “la autenticidad de un campeonato igualado para todos”: “Nuestros atletas están bajo mucho estrés, ansiedad y presión”.
Estados Unidos es un país capital en la celebración de los Juegos por el peso deportivo (es la delegación con más miembros y el líder del medallero) y económico (la NBC es la principal televisión). La reacción del USOPC no se hizo esperar. Por medio de su directora ejecutiva, Sarah Hirshland, aseguró que “la decisión no recae en el Comité Norteamericano, sino en el COI y en la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. “Pero en ningún caso enviaríamos a nuestros atletas si no fuera seguro”, concluyó.
En la misma línea y con la misma estrategia, USA Track & Field (USATF), el órgano del gobierno que regula el atletismo, se dirigió a la USOPC para solicitarle que pida este aplazamiento, debido a que los atletas dispongan “del consuelo de saber que tendrán el tiempo adecuado para prepararse en lo físico, mental y emocional”. El atletismo ganó 32 medallas en los últimos Juegos. Unido a la natación sumaron 65 de las 121 de su país.
Una petición que se desplegó por Europa y Sudamérica
La rebelión de las federaciones siguió con la natación francesa. Su presidente, Gilles Sezionale, se revolvió contra el Comité Olímpico de su país. “Estamos en desacuerdo. No puede tener una posición firme con la celebración de los Juegos sin siquiera tener la decencia de querer evocar la opción de retrasarlos”, dijo.
Otras dos potencias del deporte como Alemania y Gran Bretaña alzaron la voz. El presidente de la Asociación Alemana de Atletismo, Jürgen Kessing, compatriota del presidente del COI, se lamentó de que este organismo “no siguiera el ejemplo del fútbol, y se hubiesen pospuesto los Juegos un año”.
Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), ya había advertido que los Juegos podrían desarrollarse en desigualdad teniendo en cuenta las diferencias de preparación entre países. Carolina Marín (“Se deben posponer por salud”, dijo en la SER) y Ruth Beitia (“Es inviable que se realicen”), oros olímpicos, también se sumaron.
En Gran Bretaña, los atletas se recluyen en las instalaciones para poder entrenarse, pero el presidente de la Federación de Atletismo, Nic Coward, cree que lo más sensato es postergarlos. “Los atletas no pueden sufrir el estrés de tratar de entrenarse en medio de una pandemia”.
Otros países se han ido adhiriendo a estas manifestaciones, como Noruega, el primer país en solicitar el aplazamiento de manera oficial hasta que “la pandemia esté controlada”, o Brasil, cuyo Comité sugirió lo mismo: “Está claro que en este momento mantener los Juegos este año impedirá que ese sueño sea realizado en plenitud”. El deporte ya se posiciona.