Profundidad y talento para las secundarias de la liga
Hace ya varias temporadas que las posiciones de cornerback y safety tienen estupendos atletas salidos de la NCAA. 2018 no es una excepción.
Llevamos unos años en los que salen atletas para los puestos de la secundaria como de debajo de las piedras. Supongo que tiene que ver con la proliferación de los esquemas ofensivos expansivos de la NCAA. A fin de cuentas, es la excusa para absolutamente todos los cambios en jugadores élite de la actualidad, así que será verdad aquí también.
El caso es que 2018 no es una excepción. Grandes jugadores y, lo que es más importante, profundidad, con opciones muy serias de rascar joyas en rondas bajas. Aquí los cinco que me parecen más llamativos de entrada.
Minkah Fitzpatrick, DB, Alabama
Extraño y, por ello, fascinante el caso de Minkah Fitzpatrick. ¿Sabéis eso del pato, que corre, nada y vuela pero ni corre, ni nada, ni vuela bien? Pues aquí tenemos algo parecido. Una absoluta navaja suiza de la secundaria.
El de Alabama parece diseñado para ser cornerback, para jugar de safety profundo, para ocuparse del slot. Es posible que pueda cumplir en todas esas áreas, pero ¿a nivel élite? Para mucha gente sí; para mucha gente más lista que yo, y que estudian mil veces más a estos chavales, podría llegar a ser el mejor jugador de la promoción. Yo tengo muchísimas dudas.
Eso sí, la fascinación es total. Me intriga una enormidad dónde va a acabar, cómo lo van a usar y qué clase de jugador va a acabar siendo.
Josh Jackson, CB, Iowa
Jackson parece encontrar el balón casi en cada jugada. Acabó la temporada pasada liderando la NCAA en intercepciones y siendo, claramente, lo mejor de la defensa de los Hawkeyes de Iowa. Tiene sentido que sea un as atrapando balones porque su posición inicial fue de receptor, algo que cambió en 2015.
No sé si fiarme de su velocidad, algo que me suele pasar con la secundaria de Iowa, ni si creer que su habilidad para interceptar tendrá traslación a la NFL. Si lo es, aquí hay mucho potencial.
Derwin James, S, Florida State
Hace un año Derwin James era una megaestrella. Un tío llamado a ser top diez del draft seguro. Su físico es imponente y da toda la pinta de ser capaz de jugar de safety en el equipo que quisiera.
Su problema es que, en 2017, no ha acabado de trasladar todo el potencial a la realidad. Conste que se perdió 2016 casi entero por una lesión y que eso ha podido ser un factor en su estancamiento. Se le drafteará por potencial y, la verdad, de eso tiene para aburrir.
Denzel Ward, CB, Ohio State
Su entrada en la NFL tendrá que ser en el puesto de nickel, porque Denzel Ward es pequeño. Pero no me extrañaría que fuera escalando posiciones en la jerarquía de la secundaria de su equipo, porque tiene todo lo demás para triunfar.
Mike Hughes, CB, UCF
La historia de la Universidad de Central Florida, una de las más bonitas y divertidas del año en la NCAA pues acabaron invictos y se autoproclamaron campeones, no se entiende sin su defensa y, ella, sin Mike Hughes, agresivo y brtual cornerback que persigue el balón y a su receptor como si la vida le fuera en ello.
Más sobre la Combine:
Quarterbacks para perder la cabeza
La espléndida clase de running backs
El cuerpo de receptores necesita dar un paso adelante
Guards y centers mejores que tackles
El interior de la línea defensiva