NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NFL Combine

El interior de la línea defensiva no tiene un gran drafft

Ni los grandes nombres ni, a priori, al profundidad de la clase dan como para pensar que la unidad va a ser el centro de atención este año.

Actualizado a
Jan 1, 2018; Tampa, FL, USA; South Carolina Gamecocks quarterback Jake Bentley (19) attempts a pass under pressure from Michigan Wolverines defensive lineman Maurice Hurst (73) during the first half in the 2018 Outback Bowl at Raymond James Stadium. Mandatory Credit: Jasen Vinlove-USA TODAY Sports
Jasen VinloveJasen Vinlove-USA TODAY Sports

Una de las posiciones que más valor tiene en la actual NFL es la de defensive tackle. El interior de la línea defensiva es clave y si se hiciese una encuesta entre los quarterbacks es fácil que la respuesta a la pregunta "¿Qué es lo que más te molesta para tu juego?" fuera "el pass rush interior". Es por eso que las grandes figuras de la posición son pagadas a precio de oro y, por ejemplo, Aaron Donald está llamado a ser el jugador mejor pagado de la liga, excluyendo el puesto de QB, como lo fue en su día Ndamukong Suh.

Sin embargo, en esta Combine que se celebra el fin de semana en Indianapolis, los equipos van a poder comprobar que esta clase de DTs no parece ni estelar ni con excesiva profundidad. Este tipo de aseveraciones son sólo sobre el papel, porque luego cada uno de los jugadores puede exceder las expectativas, qué duda cabe, y lo que aparenta una promoción más bien mediocre pase a ser la monda. Nunca se sabe.

Ahí van los cinco jugadores que más me llaman la atención en el puesto de cara a la Combine.

Maurice Hurst, Michigan

Hurst es pequeño para ser un defensive tackle. Es así y no puede hacer nada por evitarlo. Su posición en la NFL tiene que ser en el medio de una 4-3 porque no tiene ni capacidad para ser un edge russer, ni por lo más remoto, ni para ser el ancla en el medio de la línea.

Ahora bien, y perdón por empezar por lo malo, tiene una explosividad y una capacidad para quitarse de encima guards que le hace espectacular. En Michigan vivió la mitad de la temporada en el backfield rival, y no es que las línea de la Big Ten, la conferencia en la que juega la universidad, sean todos unos inútiles.

Vita Vea, Washington

Al contrario que con Hurst, para apreciar a Vea no hace falta gran ojo. Porque su tamaño es imponente y bien podría ocuparse él solito de parar la carrera en más de un drive, encargándose de todo el medio del ataque rival.

El problema es que no siempre lo demuestra y tan pronto se le ve dominante como deja pasar snaps en los que no te crees que sea burlado con tan poco esfuerzo. Es un claro caso de potencial enorme, si sólo hablamos de físico, pero que necesita trabajo para ser más consistente. De ahí que sea importante qué clase de entrenador vaya a tener y la conexión que tenga con él.

Estimo que brillará una enormidad en la Combine.

Da'Ron Payne, Alabama

He aquí mi favorito de la promoción. Payne es una bestia parda parando la carrera. Su problema es que nunca ha demostrado ser especialmente hábil en los downs obvios de pase, por lo que su valor no es el mismo que el de los jugadores más completos. Me gusta su capacidad, no obstante, para no rendirse nunca y seguir empujando como si le fuera la vida en ello. Es grande y muy, muy fuerte.

En la final del campeonato nacional de esta año de la NCAA, frente a Georgia, soltó un partido que a mí me pareció enorme.

Harrison Phillips, Stanford

Phillips es más inteligente que atlético, lo cual no sé si es bueno o malo. Es un antiguo competidor de lucha libre y se le nota en el campo, con una técnica digamos que heterodoxa que, en ocasiones, le deja vendido y con el culo en el suelo, pero, con las mismas, es capaz de resultar efectivo y conseguir grandes jugadas de manera inesperada.

Sabe jugar a fútbol americano, sabe entender a los guards y centers rivales y buscarles las cosquillas. No va a ser ni el más rápido, ni el más fuerte, ni el más hábil, pero tiene capacidad para jugar en la NFL. Y parece que nunca para de aprender.

Taven Bryen, Florida

La nota común de la mayor parte del juego de los anteriores es que están más preparados para parar la carrera que para ser pass rushers, con la notable excepción de Hurst. Bryen es todo lo contrario, con una capacidades físicas superlativas que le harían ser un jugador monumental en una 3-4, situado en las alas de la formación. Es capaz de atacar al quarterback por su tamaño y agilidad.

Sin embargo, juega en su contra que rara vez ha llevado esas capacidades a ser tan dominante como cabría esperar. Es un jugador que aún necesita mucho trabajo y que, si se elige en el draft, será más para desarrollarle y esperar que acabe explotando que con la seguridad de que estamos ante alguien que triunfará.

Más sobre la Combine:

La espléndida clase de running backs

Quarterbacks para perder la cabeza