ATLÉTICO DE MADRID

En busca del juego perdido

El Atlético está sufriendo para mandar en los partidos en el centro del campo. Koke no ha encontrado todavía la forma y el doble pivote sufre.

JAVIER GANDULDIARIO AS

El Atlético ha perdido el control del juego. El equipo rojiblanco dio un salto de calidad enorme la temporada pasada en la sala de máquinas, con un fantástico Koke iniciando las jugadas desde el pivote, Llorente con su capacidad de llegada para hacer un destrozo a las defensas rivales y Lemar bajando a recibir y rompiendo líneas en su mejor curso como colchonero. También las apariciones de Herrera, Kondogbia, Saúl y Torreira sumaron trabajo y kilómetros para cerrar los partidos.

Sin embargo, ese control de la posesión, presión incisiva y gobierno y mando en los partidos con y sin balón, con la capacidad de que se jugase a lo que quería Simeone desde el banquillo, no se está plasmando este curso. Pese a la llegada de Rodrigo de Paul, un jugadorazo con una extraordinaria Copa América como mejor aval, el Cholo ha ido cambiando su formación, con tres en el medio, un doble pivote y dos interiores trabajadores, Griezmann cayendo a la mediapunta… pero no da con la clave.

El bajón de Koke está lastrando a un equipo que depende sobremanera de su capitán a la hora de aumentar el ritmo de juego y la velocidad para romper líneas. Llorente se está viendo obligado a ocupar el lateral derecho por las ausencias de Trippier y Vrsaljko y el Atlético así renuncia al físico y juego de su segundo máximo goleador y máximo asistente de la temporada pasada. A Kondogbia le toca ejercer como central de emergencia, De Paul va mejorando, pero todavía no está asentado como en Argentina, Lemar ha ido sufriendo lesiones que le han frenado la continuidad, Herrera apenas tiene oportunidades…

Y si el centro del campo falla, todo el equipo se resiente. La fragilidad defensiva se amplifica y en ataque ha costado hacer goles en los partidos de máxima dificultad. En el Santiago Bernabéu, un error en el pase de Koke se convirtió en un robo de Modric, que montó una contra rapidísima. Vinicius centró y Benzema golpeó en el punto de penalti entre cinco rojiblancos sin marca alguna, pese a que era el único posible rematador. Un nuevo partido donde la primera llegada rival se convertía en gol. En el segundo tanto del Real Madrid, el Atlético acudió descoordinado a la presión y con un simple pase largo rompieron líneas para plantarse en el área colchonera con mucho espacio.

Dos momentos fugaces del Real Madrid le sirvieron para hacer dos goles y posteriormente el equipo blanco vivió muy tranquilo manejando el partido, conservando el balón y consiguiendo que no pasasen cosas pese al ímpetu de João Félix y Lemar por aportar algo diferente. En Oporto, el doble pivote formado por Koke y De Paul también había sufrido muchísimo en la primera mitad, cuando Oblak fue clave para llegar al descanso en ventaja. La intensidad rival y la superioridad numérica, como la vivida contra Casemiro, Kroos y Modric, provoca que los centrocampistas del Atlético lleguen tarde y descoordinados a la presión y no consigan adueñarse de los partidos.

Y ayer Koke, indiscutible para Simeone pese al bajón de nivel, no pudo ejercitarse con el grupo por un proceso febril con décimas de fiebre. Las bajas se acumulan para Simeone, que ha perdido a Griezmann y sigue bajo mínimos en defensa (sin Giménez, Savic ni Vrsaljko). El Atlético visita al Sevilla y tiene que corregir los errores y hacerse más fuerte también en el medio para competir a un equipo que sube muchísimo sus prestaciones como local. La vuelta de Trippier a la convocatoria del derbi acerca la liberación de Llorente hacia el centro del campo. Kondogbia también puede subir su posición al pivote contra su exequipo y Herrera ganar galones, ya que la temporada pasada cuando Simeone necesitó al mexicano dio una buena versión. El Atlético necesita reencontrarse en el medio para aclarar su juego y el tiempo apremia para conseguirlo. 

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